La exposición conjunta 'El último viaje de la fragata Mercedes' llegará durante la primera quincena de marzo al Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), donde podrá visitarse hasta septiembre en la que será la primera parada de un periodo de itinerancia por diversos puntos de la geografía española, tal y como han indicado a Europa Press fuentes de AC/C.

No obstante, las fechas aún no son definitivas, como tampoco lo son los próximos destinos de la muestra. Por el momento, más de 250.000 personas han visitado esta muestra que han acogido el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Naval de Madrid y en la que ha colaborado Acción Cultural Española (AC/E) y que se clausura este jueves 15 de enero.

En concreto, el MAN ha contado con un total de 150.000 visitas, mientras que el Museo Naval ha recibido a un total de 100.000 personas, tal y como han indicado este miércoles durante la jornada de clausura de estas exposiciones los respectivos directores de estas sedes, Andrés Carretero y Elvira Marco Martínez, un acto al que también ha acudido el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Miguel Ángel Recio.

La fecha final de la exposición que se ha organizado en Madrid estaba prevista para el pasado 30 de noviembre, pero debido al éxito que consiguió en sus primeros meses, el pasado mes de julio se decidió prorrogar la muestra hasta este jueves.

'El último viaje de la fragata Mercedes' enseña al público el patrimonio recuperado de la fragata tras el litigio con la empresa Odyssey, que anunció en 2007 el hallazgo de un lote de más de 500.000 monedas en el lugar en el que se había hundido el navío, así como otros objetos.

Tras un largo pleito entre la empresa estadounidense y el Gobierno español, los tribunales norteamericanos dieron la razón a España y se ordenó la inmediata devolución de estas piezas al país de origen, donde se dieron a conocer al público en una gran muestra en la que además se ha ofrecido un marco histórico para situar al visitante en aquel suceso, ocurrido el 5 de octubre de 1804.

MÁS DE 30.000 MONEDAS

Alrededor de 30.000 monedas, así como balas de munición, eslabones, piezas del buque, polea de la soga del barco, fragmentos de recipientes de cerámicas, resto de una cuchara y un tenedor, gemelos, lentes de instrumental de navegación, una tabaquera o una hebilla de zapato son algunos de los elementos que se encontraron en la fragata de las Mercedes y que se han podido ver en Madrid.

Lejos de lo que se argumentó en su momento, cuando el tesoro fue hallado por Odyssey, tanto la fragata Mercedes como las otras tres que acompañaban (Medea, Fama y Clara), forman parte de un suceso importante para la historia de España, tal y como explicó el coordinador de la exposición, Carlos León, durante su presentación ante los medios de comunicación.

A las 8.00 horas de la mañana de aquel 5 de octubre de 1804, cuatro fragatas británicas interceptaron las naves españolas, que viajaban de América a España, tal y como se relata en los documentos de los cronistas de la época y consultados por las comisarias de la muestra en las sedes del Museo Naval y Museo Arqueológico Nacional, Susana García y Carmen Marcos, respectivamente.

Las cuatro fragatas españolas estaban cargadas con caudales para la Corona española, motivo por el que Inglaterra, convencida de que aquella riqueza iba destinada a Napoleón --con quien los ingleses estaban en guerra--, decidió detenerlas para obtener todas las monedas. Sin embargo, ante la negativa y la sorpresa, las fuerzas británicas iniciaron un ataque que, sin pretenderlo, alcanzó la pólvora de la fragata Mercedes y provocó su explosión.

En la muestra hay dos nombres esenciales. Por un lado, José de Bustamante, al mando de las cuatro fragatas y quien también había participado en la expedición Malaspina, de quien se conserva un informe con el que se pudo reconstruir este suceso; así como Diego de Alvear, también al mando, quien sufrió una pérdida personal: su mujer y siete de sus hijos murieron.

En total, en aquellas fragatas viajaban al menos 300 personas, según indica García, un número inexacto porque no se contabilizaron a todas las personas. Entre ellas, viajaban soldados, pero también familias con sus bienes, que aprovecharon este viaje, tras un bloqueo de más de cinco años al que se tuvo que enfrentar el país.

Alrededor de un centenar de personas fallecieron en aquel ataque, de los que una veintena eran civiles, y 48 se salvaron. Fueron llevados detenidos a Reino Unido, donde, según recuerda en su informe Bustamante, fueron tratados "muy bien" durante el trayecto y de hecho les curaron las heridas y fueron liberados e indemnizados tiempo después con la condición de que nunca más lucharan contra Inglaterra.

El destrozo que los "expoliadores" del Odyssey provocaron fue "brutal", según señaló Carlos López. El objetivo de la empresa fue siempre encontrar las monedas, no una disección para recuperar un elemento histórico, sino una búsqueda "destructiva". Al arrancar y sacar las monedas sin cuidado --las cuales formaban una especie de amalgama, como si estuvieran fusionadas-- se deterioró lo que había debajo, sin posibilidad de recuperarlo y estudiarlo.