El Festival de Cine Pequeño de Aspe cierra el 15 de mayo la inscripción para participar en la segunda edición del certamen, que pretende impulsar las cintas realizadas con poco presupuesto, pero que pueden resultar interesantes para los cinéfilos. Desde el inicio de la convocatoria, hace dos meses, se han recibido películas de los cinco continentes, según fuentes municipales.

«Si las distribuidoras y entidades privadas no posibilitan la proyección de este tipo de películas, hechas con pocos medios pero, en muchas ocasiones, con mayor riqueza cultural que las más comerciales, los estamentos públicos debemos ser quienes las apoyemos», subrayaba ayer la concejala de Fiestas y Participación Ciudadana, Nieves Martínez.

Al igual que en la primera edición, el festival admite cortometrajes de ficción, documental y animación, con una duración máxima de 30 minutos que hayan sido producidos después del 1 de enero de 2013.

La novedad del «Cine invisible»

Como novedad, este año se ha creado la sección «Cine invisible», que aglutina largometrajes de ficción y documental de carácter underground, realizados al margen de la industria. Para el director del festival, Juan Torres, «lo más habitual cuando se produce una película de muy bajo presupuesto, al margen de la industria, es que después no se encuentre una vía convencional de exhibición, por lo que el cineasta experimenta cierta frustración, dado que el fin último de una película es ser vista, si es en pantalla grande, mejor». Esta sección también tiene carácter competitivo, con un premio de 500 euros al mejor largometraje.

Por otra parte, las secciones de cortometrajes alicantinos y la de cine local terminarán de conformar la segunda edición del certamen, que tiene previsto celebrar las proyecciones del 11 al 14 de agosto. Además, en los fines de semana de julio, se proyectarán los largometrajes de la sección «Cine invisible».