No importa que su banda llene pabellones con 12.000 personas. Dice Mikel Izal, racionalista irredento como buen ingeniero de Telecomunicaciones, «que la felicidad no es un continuo, sino momentos», una máxima presente en las imágenes de su tercer disco, Copacabana, que se presenta el 17 de octubre en Alicante.

«Copacabana es una imagen que lo mismo te lleva a una playa luminosa en Brasil que a un puticlub de carretera y eso sintetiza mucho la carga de luz y sombra que hay en nuestra carrera y en la vida misma», afirma el músico un día antes de que salga a la venta el álbum. «Somos básicamente las mismas personas que cuando se publicó nuestro primer disco, pero en otras circunstancias», señala el líder del grupo.