Todos los municipios de la cuenca del Segura tienen el plan de sequía que ahora exige el Gobierno

Las 23 poblaciones con más de 20.000 habitantes tienen desde hace años las restricciones que hay que aplicar ante la falta de agua 

En el Júcar solo lo tienen 35 de 66 ciudades

Cosecha de cereal dañada por la sequía en una imagen de archivo.

Cosecha de cereal dañada por la sequía en una imagen de archivo. / Juani Ruz

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Todos los grandes municipios de la cuenca del Segura obligados a tener un plan de emergencia ante la sequía cuentan con este requisito que ahora exige el Gobierno, según han indicado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Segura. Las 23 poblaciones con más de 20.000 habitantes repartidas entre las provincias de Murcia y Alicante, entre las que se encuentran Torrevieja y Orihuela, ya cuentan con sus respectivos planes de emergencia aprobados por los plenos de los ayuntamientos. Entre los años 2016 y 2017, con motivo de la anterior sequía, la CHS ya les reclamó ponerse al día con estos planes. Algunos, sin embargo, se quedaron pendientes del trámite de pasar por el pleno porque acabó la sequía, aunque ya contaban con los informes favorables de la CHS.

La CHS ya requirió en marzo del año pasado a las corporaciones municipales de la cuenca que aprobaran por pleno sus respectivos planes ante la situación de falta de agua. Aunque algunos, como el de Orihuela, lo cumplimentó en el año 2006, aunque no fue hasta el año pasado en el que pasó el trámite de ser aprobado por el pleno. Desde el organismo de cuenca se señaló que todos los ayuntamientos ya habían presentado sus respectivos planes, aunque aún quedaba un pequeño municipio que debía aportarlo a su Mancomunidad.

Las poblaciones de más de 20.000 habitantes de la Demarcación del Segura son: Águilas, Alcantarilla, Caravaca de la Cruz, Cartagena, Cieza, Crevillente, Jumilla, Murcia, Torre Pacheco, Hellín, Lorca, Mazarrón, Molina de Segura, Orihuela, San Javier, Torrevieja, Totana, Yecla, Alhama de Murcia, Almoradí, Las Torres de Cotillas, Pilar de la Horadada y San Pedro del Pinatar. Cinco de ellos, pertenecen a la provincia de Alicante.

La Ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en su artículo 27 de Gestión de las sequías, establece que todas las administraciones públicas responsables de sistemas de abastecimiento urbano que atiendan, singular o mancomunadamente, a una población igual o superior a 20.000 habitantes deben disponer de un plan de emergencia ante situaciones de sequía. La falta de agua y la situación de sequía ha obligado a las confederaciones hidrográficas a empezar a reclamar a estos ayuntamientos que aprobaran estos planes y que hace años que debían haber cumplimentado. En abril del año pasado, la CHS se encontró con que la gran mayoría de las corporaciones tenían ya estos planes pendientes ser aprobados por el pleno tras haber recibido el informe favorable del organismo de cuenca.

Júcar

No se da la misma situación en la cuenca del Júcar, donde más de la mitad de los municipios todavía no cuentan con este plan. De un total de 66 consistorios con más de 22.000 habitantes, sólo 35 cumplen. Situación que también se da en las trece mancomunidades, donde son seis quienes aún tienen pendiente esta planificación, informa Minerva Mínguez.

Siete de las nueve zonas hídricas de la cuenca del Júcar han activado distintos niveles de alerta en función de la escasez. La peor parte se la lleva el norte de Castellón, en el Sénia-Maestrat, que engloba a poblaciones como Vinaròs, Benicarló y Peñíscola. Desde esta semana está en situación de emergencia, sumándose así a la del Palancia. La Marina Alta, mientras, continúa en alerta y en prealerta quedan ya otros cuatro sistemas: Mijares-Plana de Castellón, Serpis, Marina Baja y Vinalopó-Alacantí.

Desde el organismo de cuenca se aclaraba ayer que 42 de los grandes ayuntamientos que deben disponer de su propio PEM se encuentran en algún sistema consorciado o mancomunado, y en algún caso incluso en dos. Es el caso de Calp, que además de disponer del suyo pertenece a la Mancomunidad de Calpe, Murla y Vall de Laguar - Pozo Lucifer y a su vez al Consorcio para el Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de la Marina Alta

Reacciones ante la sequía

Mientras tanto, entre las comunidades de regantes se ve con preocupación la situación de sequía y que podría obligar a aumentar las restricciones al regadío en las próximas semanas. Prácticamente, se da por seguro que el 1 de marzo se decretará la alerta por sequía. El presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó Ángel Urbina incidió en que el hecho de que se tenga que llevar agua desalada por barco desde Sagunto a Barcelona es la constatación del fracaso de la política hídrica del Gobierno, vinculando esta situación a la derogación del Plan Hidrológico Nacional.

Mientras que el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, señaló que la situación del Segura es dramática porque si esto sigue así va a haber una nueva reducción. "A este paso la agricultura de secano va a ser historia", señaló. Mientras que el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), José Vicente Andreu, señaló que la situación nos conduce al abismo y que se tenían que haber tomado medidas mucho antes. "Desde octubre ya se podrían haber aportado hasta 60 hectómetros cúbicos al sistema y hay pantanos donde no hay agua, sino lodo", dijo.

Previsión de lluvia para el viernes

Mientras la provincia de Alicante continúa viviendo uno de sus años hidrológicos más secos, la Agencia Española de Meteorología (Aemet) mantiene la previsión de lluvia para este viernes a un 100 %. Precipitaciones que se producirían entre la medianoche y el mediodía, aunque todo apunta a que serán débiles y de escasa entidad. La previsión de la Aemet es que las precipitaciones serán muy dispersas en el conjunto de la Comunidad Valenciana. El viernes podrian producirse precipitaciones débiles, aunque habrán sitios donde ni siquiera llueva. En los litorales norte y sur de la provincia se activará la alerta nivel amarillo con vientos del suroeste y con intervalos de entre 50 y 60 kilómetros por hora y olas de hasta tres metros de altura.

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