Alicante instala pantallas para informar sobre el tráfico y la contaminación en tiempo real

El Ayuntamiento coloca una decena de paneles LED en el anillo exterior de la futura Zona de Bajas Emisiones, que recorre la Gran Vía

La medida incluirá avisos sobre calles cortadas y podrá recomendar itinerarios alternativos

Una de las nuevas pantallas, instalada entre la Gran Vía y la avenida de Novelda.

Una de las nuevas pantallas, instalada entre la Gran Vía y la avenida de Novelda. / Rafa Arjones

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

La futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Alicante empieza a definirse, al menos en apariencia, ya que la ordenanza reguladora sigue tramitándose. El Ayuntamiento ha instalado en los últimos días una serie de pantallas alrededor del anillo exterior de la ZBE, el que recorre la Gran Vía, en los puntos de acceso al área que se incluirá en la futura normativa.

El objetivo de estos paneles, una decena según fuentes municipales, será informar sobre el tráfico y la contaminación en tiempo real. Las pantallas podrán mostrar datos como los niveles de contaminación del aire, ya que reducir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera es uno de los principales objetivos de las Zonas de Bajas Emisiones. Además, también aportarán información relevante sobre el estado del tráfico en la ciudad: atascos, zonas con acumulaciones de vehículos, calles cortadas por obras o celebraciones de eventos, así como podrán ofrecer itinerarios alternativos a los conductores.

En cuanto a los dispositivos, se trata del mismo modelo que ya han comenzado a instalar otros municipios obligados a contar con una ZBE, como la localidad de Benidorm, donde también se ubicarán cinco de estas pantallas.

Una nueva medida tecnológica que se suma a otra de las novedades que ha introducido en la ciudad la Zona de Bajas Emisiones, aún pendiente de implementarse: las cámaras. La ciudad de Alicante ya cuenta con más de 300 dispositivos de esta clase. Radares, de control de la movilidad, para el reconocimiento de matrículas... Aparatos de diferentes tipos enfocados a conocer cómo, cuándo y por dónde circulan los vehículos en la capital de la provincia. Un «gran hermano» en el que varios centenares de elementos de grabación recibirán información sobre el tráfico las 24 horas del día y que el gobierno local espera que esté completamente operativo antes de final de año. En total, el coste de adquisición de las cámaras ha sido de 4,4 millones de euros. 

Hasta 2025

Lo que, por el momento, permanece sin novedades es la futura normativa que deberá regular la Zona de Bajas Emisiones de Alicante. Estos espacios, exigidos por Europa a todas las ciudades con más de 50.000 habitantes, deberían haberse puesto en marcha el pasado año.

Sin embargo, ante la imposibilidad de las ciudades para materializar su entrada en vigor en 2023 (año electoral) el Gobierno concedió una moratoria que extendía el plazo hasta el 1 de enero de 2024. Una fecha que tampoco se ha cumplido en gran parte de los municipios, por lo que ha sido necesaria una segunda prórroga, en esta ocasión hasta finales de año.

En el caso de Alicante, en un primer momento el gobierno de Barcala envió un detallado informe al ministerio para justificar la recepción de fondos europeos a aplicar en obras relacionadas con la ZBE. En él, se adelantaba que la normativa incluiría «restricciones de acceso» y «listas negras» de vehículos contaminantes. Esta decisión impidió que el PP pudiese aprobar los presupuestos del año 2023, ya que Vox, su socio habitual, fijó como línea roja en la negociación que se eliminase cualquier atisbo de prohibición, algo que el PP rechazó. Al final, se prorrogaron las cuentas por la falta de acuerdo.

En 2024, en cambio, la historia ha sido diferente. El Ayuntamiento dirigido por los populares ha sacado adelante las cuentas municipales gracias a un acuerdo con la ultraderecha. A raíz de ese pacto, Barcala ha pasado de abanderar una normativa que había sido aplaudida hasta por el ministro socialista Óscar Puente a negar, por activa y por pasiva, que la ordenanza reguladora vaya a incluir algún tipo de restricción, prohibición o sanción.

Aún así, el alcalde insiste en que la ZBE servirá para reducir las emisiones. Barcala considera que con las medidas de «inclusión de arbolado» y «calmado del tráfico» que se han llevado a cabo en la ciudad bastará para rebajar los niveles de gases contaminantes. 

Correos entrega más de 10.000 pegatinas ambientales

Las oficinas de Correos ubicadas en el centro de Alicante y en los barrios de El Pla, Carolinas, La Florida, Los Ángeles, Rabasa, Albufereta y Playa de San Juan emitieron el pasado año un total de 10.080 etiquetas ambientales, casi cuatro veces más que en 2022.

Estos distintivos impulsados por la Dirección General de Tráfico clasifican los vehículos según su eficiencia energética, dividiéndolos en cuatro grupos diferentes, identificados por colores: 0 emisiones (azul), Eco (azul y verde), Etiqueta C (verde y amarilla) y Etiqueta B (amarilla). Con un coste de 5 euros, los indicadores están disponibles en dos tamaños, en función del tipo de vehículo, y representan una herramienta esencial para la identificación de vehículos conforme a las regulaciones ambientales.

Una herramienta que, por el momento, todo apunta que no tendrá utilidad práctica en la futura Zona de Bajas Emisiones de Alicante, ya que el gobierno municipal del PP insiste, tras su acuerdo con Vox, en que no aplicará restricciones según el tipo de vehículo.

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