Está muy claro que pertenece a la serie B de la producción de animación de Disney y que se trata de un largometraje de poco recorrido, y apenas 76 minutos de metraje, destinado al mercado del DVD que solo en algunos países, entre ellos España, ha tenido el inmerecido honor de estrenarse en la pantalla grande.

Forma parte, además, de la serie destinada a Campanilla, el encantador personaje que se dio a conocer en Peter Pan, tanto en el libro original de J.M. Barrie como en la adaptación al cine que se llevó a cabo en 1953 y es la sexta entrega de la misma. La saga arrancó en 2008 con Campanilla y prosiguió sucesiva- mente con Campanilla y el tesoro perdido (2009), Campanilla y el gran rescate (2010), Campanilla. El secreto de las hadas (2012) y Campanilla, hadas y piratas (2014).

El nuevo director es Steve Loter, asiduo de series de animación de la factoría Disney para televisión, especialmente de Kim Possible y de Happy monster band. La novedad más resaltable es que el protagonismo recae ahora sobre Fawn, una de las hadas que forma parte del grupo de una Campanilla que ha sido desplazada y que queda en segundo plano. Es tan simpática y agradable como todas las demás, pero tiene un atributo especial que la hace única, ama a los animales de manera incondicional.

Es un hada aventurera entregada a ellos que posee la habilidad especial de ver bondad en todos los que encuentra. Tanto es así que se hace amiga de la Bestia de Nunca Jamás, un monstruo supuestamente malvado que, según piensa el resto de las hadas, ha despertado de un letargo de casi mil años, provocado por la reaparición de un cometa, para destruir la Hondonada de las Hadas, el lugar maravilloso en el que estos seres mágicos encuentran solaz a sus peripecias y aventuras.

El mayor problema de Fawn es que su comportamiento impulsivo a menudo la mete en situaciones delicadas. Pero no teme romper las reglas para salvar a alguien que la necesita y no puede evitar pensar con el corazón en lugar de valerse de la cabeza.