Bayona, convertido en un 'pequeño Spielberg', narra con firmeza 'shock' traumático de la masacre producida por un terremoto en Asia, en 2004, a través de la historia real de una familia española.

Amenaza con transformarse en el próximo tsunami en la taquilla del cine español. Y no es una película de Santiago Segura ni Alejandro Amenábar, y eso ya tiene su mérito. 'Lo imposible', segundo filme dirigido por el español Juan Antonio Bayona, ha sido presentada con máxima expectación esta mañana en la Sección Oficial del Festival Internacional de San Sebastián, fuera de concurso.

Tras su ópera prima -la también taquillera 'El Orfanato'-, el joven director se embarca en una superproducción de 30 millones de euros para contar la tragedia del segundo seísmo más largo -casi 10 minutos- jamás registrado en la historia. El terremoto hizo saltar todos los sismógrafos del planeta el 26 de diciembre de 2004 hasta alcanzar la escalofriante magnitud de 9,3 en la escala de Richter. Tuvo como epicentro la costa oeste de Sumatra (Indonesia) y la onda expansiva del mar conformó un bestial tsunami arrasando no sólo Indonesia, sino Tailandia, Sri Lanka, Malasia y la India matando a su paso a 220.000 personas. Dejó millones de personas sin hogar, originó un convulso éxodo de poblaciones y miles de historias anónimas.

Entre el terremoto de relatos, este principiante a Spielberg -Bayona, mismamente- viene a narrar lo imposible, la historia real de una mujer, esposa y madre de tres hijos de 10, 7 y 5 años, que ve como una ola de ocho metros aparece en la piscina donde veranea y engulle en segundos a su familia, ella incluida.

Bayona se rodea de dos armas fundamentales para tejer esta historia, unos buenos efectos especiales, y un reparto internacional integrado por Ewan McGregor (Trainspoting, Star Wars: Episodio I, II y III) y Naomi Watts (King Kong, 21 gramos). La carismática, enjuta y bella australiana es la encargada de encarnar a María Balón (Madrid, 1966), la española que en esos momentos residía en Japón y se fue unos días de vacaciones a Tailandia. Balón disfrutaba de un libro cuando fue sorprendida por un estruendo ensordecedor y observó atónita como una ola salida de la nada engulle a su esposo y tres hijos. Maltratada por la naturaleza, herida en la pierna y descolocada en la histeria del momento, esta española pasa a convertirse en una heroína -cualquiera que sobrevive a esto es un héroe para nosotros- en la búsqueda de su familia. A Naomi Watts le toca el papel de madre coraje. "La película es una excusa para contar la historia de mucha gente que se quedó bajo el mar", confiesa María Balón, que acompañó al equipo artístico de la película, en la presentación en Donostia. Y es que 'Lo imposible' no es tanto el relato de un tsunami, ni siquiera se enreda en efectos especiales para contar una catástrofe 'al uso', sino desgrana el efecto traumático en una familia en las horas posteriores al terremoto, plasmando la fuerza desgarradora que tiene el amor en la familia como válvula para sobrevivir a cualquier problema. Con este filme, explica la propia María Balón, 'no quiero exhibirme, sino compartir una experiencia'. Ella apostilla: "En realidad, la enseñanza de la película es que la vida es un tsunami tras otro, cuando a veces crees que no se puede más, sacas fuerza y logras seguir".

Tráiler oficial de 'Lo imposible'

José Antonio Bayona advierte que "la película es una experiencia sensorial y emocional", no sin olvidar que "al final tiene un pozo intelectual". Bayona -en petit comité le llaman Jota- sabía que tenía dinamita cinematográfica con olor a 'billetes verdes' en este relato. Agarra la historia de una familia de clase media -en el que se puede identificar la mayoría de la población- y traslada al espectador desde lo particular a lo general de una tragedia de magnitudes brutales.

La historia cuenta con una cuidada postproducción de efectos especiales, un montaje ágil, una tensión bien desarrollada, la promoción de una cadena privada y un plantel de estrellas. No sólo fango, palmeras caídas, casas destruidas, hospitales desbordados, hoteles inundados, barcos encallados, personas y animales muertos, conforman el paisaje de 'Lo imposible'. Bayona desea mostrar 'la historia de una familia, que nos guía luego a todo lo que sucedió allí y los sentimientos que surgen cuando se enfrenta a la muerte'. Sin duda, sobre si todos los hechos son verídicos, María Balón -superviviente del tsunami- afirma: 'Todo lo que se siente al ver la película es el comienzo de la historia real'. La realidad es más terrible.

McGregor: "Elegí trabajar en ‘Lo imposible’ por la propia naturaleza de interpretar a un padre y por la honestidad brutal de su guión"