La actriz Emma Suárez, que acaba de presentar en el Festival Cinespaña de Toulouse el filme "Buscando a Eimish", historia iniciática y de amor dirigida por Ana Rodríguez Rosell, ha considerado que la cultura "es el alimento espiritual de las personas".

La cultura es algo esencial que "nos enseña a crecer y a ser mejores personas", objetivo que en opinión de Emma Suárez (Madrid, 1964) persigue muy bien la ópera prima que Rodríguez Rosell estrenará en España el 9 de noviembre, tras haberla llevado a varios festivales internacionales.

"Cuando me entrevisté con Ana me pareció una directora muy entusiasta, muy particular", con una visión muy especial sobre su película, sobre lo que quería hacer, ha subrayado la actriz en conversación telefónica con Efe.

Su filme habla "de la amistad, del mundo de la pareja, de la velocidad de las relaciones" y de esa necesidad de compromiso que a veces sienten las mujeres y la huida de ese compromiso por parte de los hombres; por ejemplo cuando una mujer quiere tener hijos en una pareja estable y él no", explica.

El resultado es "muy suave, muy dulce, muy 'Nouvelle Vague'", subraya la actriz, que apuesta sin dudar por esta película luminosa, de "ritmo tranquilo pese a que las emociones son turbulentas", que es también la historia de un viaje cuyo protagonista (Óscar Jaenada) busca a alguien (su novia, Manuela Vellés) y a la vez a sí mismo.

"En el cine hay que tener las puertas abiertas", los actores y actrices "estamos siempre disponibles para contar historias que nos atraen, que nos seducen", ha explicado Suárez, que no conocía a Ana Rodríguez Rossel hasta que le presentó su guión.

De su paso por Cinespaña, donde en 2009 se le rindió homenaje con una retrospectiva, ha resaltado el placer de saberse rodeada por gente que ama y conoce el cine español, además de estar teniendo más tiempo para disfrutar y conocer la ciudad.

Además, ha tenido la oportunidad de reunirse con sus dos compañeras de rodaje. "Con lo difícil que es organizar un viaje para tres amigas, Toulouse nos ha hecho el regalo", ha agradecido Suárez, que en Londres no pudo estar con ellas porque recibía el premio Teatro de Rojas 2011.

En el papel de madre de Manuela Vallés, Emma Suárez participó solo en la parte italiana del rodaje, en Borguetto, donde dio vida al personaje duro y roto de "una mujer que rompió con su pasado" y huyó "hacia adelante".

Como ese pequeño pueblo de los alrededores de Verona, la película tiene una luz muy especial, porque "Ana es una buscadora, una mujer muy peculiar, muy sensible, con una energía muy positiva y también muy fuerte, que es "insaciable" hasta que consigue lo que quiere, explica.

Tanto como para ser su propia productora y "arriesgar su dinero" en esta película rodada también entre Berlín y Madrid, destaca.

"Desgraciadamente la cultura está muy paralizada" ahora en España y "esto es tremendamente dramático" pues además de ser "alimento espiritual" es también un trabajo "al que dedicas mucho tiempo y mucha energía", resalta.

"Mucha gente" vive de esto, como técnicos, tramoyistas o electricistas, "gente que dedicó toda su vida al mundo del cine y la televisión", pero ahora hay "mucho paro" y eso es "una tragedia", lamenta Suárez preguntándose "¿qué va a pasar con ellos?".

"Yo empecé muy joven, con 14 años, y siempre he escuchado hablar de crisis dentro del cine", pero es verdad que ahora hay una crisis terrible, bueno, más que crisis, "lo que hay es un vacío; todo el mundo habla de marcharse, no de quedarse", añade

Pese a sentirse particularmente afortunada por tener varios proyectos teatrales y cinematográficos en curso, Suárez piensa que "va a ser muy difícil y complicado sobrevivir a la subida del IVA".

Es el momento "para unirse, para estar juntos, para crear", aunque no den facilidades y aunque la subida del IVA sea "como una amputación", ha agregado.