Meadow Rain Walker, la hija adolescente del fallecido Paul Walker, presentó el lunes, 28 de septiembre, una demanda contra Porsche, en la que alega que el vehículo en el que viajaba su padre el día de su muerte tenía defectos de diseño y de medidas de seguridad. Los abogados de la chica de 16 años han pedido una indemnización, cuya cantidad no ha querido ser revelada públicamente.

Según la denuncia, los letrados consideran que, a pesar de los problemas de inestabilidad y control del Porsche Carrera GT, "la marca no logró instalar un sistema de control electrónico de estabilidad, diseñado específicamente para proteger contra las acciones inherentes de vehículos hipersensibles como este tipo", señalan. Además, afirman que el diseño "defectuoso" del cinturón de seguridad dejó a la estrella de Fast & Furious 7 atrapado. "El cinturón presionó el torax de Walker, rompiendo así sus costillas y la pelvis, atrapándolo en el asiento, donde permaneció vivo hasta que el vehículo estalló en llamas un minuto y 20 segundos más tarde", detalla el informe del equipo que defiende a la joven.

El año pasado, la viuda de Roger Rodas, el conductor del coche accidentado, presentó también una demanda contra el fabricante alemán alegando motivos técnicos muy parecidos a los que ahora señalan los abogados de Meadow.

Paul Walker falleció el 30 de noviembre de 2013 a los 40 años de edad en la localidad de Santa Clarita (Los Ángeles) cuando el auto en el que viajaba como copiloto junto se estrelló contra un árbol y, posteriormente, se incendió. Según las autoridades de California, el dramático incidente se debió a la velocidad. El informe policial asegura que el vehículo iba a 151 Km/h en el momento del choque, mientras que los representantes legales de Walker mantienen que la velocidad era entre 101 y 114 Km/h.