¿Es José Mota la revelación de 2011? ¿Es Midnight in Paris cine español? Y en caso afirmativo... ¿no es una de nuestras cuatro mejores películas del año? Estas y muchas otras preguntas dejan en el aire las nominaciones a los Goya que hemos conocido este martes. Aquí no encontraremos la respuesta.

Las paradojas recurrentes de la Academia no son tales porque al elegir sus finalistas pase olímpicamente de la taquilla y, por tanto, de las preferencias del público -los dos taquillazos patrios del año, Torrente 4 y Fuga de Cerebros 2 (cero nominaciones por barba), son cintas cuya calidad cinematográfica hacen de su defensa una causa que no asumiría ni el mismísimo Perry Mason- sino por la incongruencia que se destila en algunos puntos muy concretos.

Puede que el caso más flagrante sea el de Midnight in Paris y el tímido patriotismo del que hacen gala los académicos para con el genial cuento de hadas de Woody Allen. Si con los extractos bancarios en la mano se empeñan en venderla como una producción española... bien. Pero luego que no nos dé vergüenza reconocer todas y cada una de sus virtudes.

¿París no es España?

Me explico. Allen y su cinta vienen cosechando parabienes y reconocimientos tanto de crítica como de público desde hace meses. No será, tras su nominación al Globo de Oro y su más reciente candidatura al premio del Gremio de Directores -para Allen- una sorpresa si finalmente la cinta protagonizada por Owen Wilson se cuela entre las candidatas al Oscar a la mejor película.

Y seguimos hablando, según nos han dicho, de una al menos co-producción española. Por tanto, y por muy mal que nos siente la comparación, si lo que tiene bandera es la inversión y no el talento de quienes la cristalizan en arte, relegar a Midnight in Paris a una sola candidatura -la de mejor guión original- es, también, indefendible.

Jenner, Mota y una revelación.

Más retranca traen las nominaciones a actriz, y sobre todo, actor revelación. Ahora que no se puede nominar a niños, parece que los académicos han tenido que echarle un poco de imaginación al asunto. Y los resultados han sido algo peculiares.

Si aceptamos Michelle Jenner a pesar de sus evidentes antecedentes... debemos parar en seco cuando escuchamos el nombre de José Mota: ese joven desconocido que lleva desde1989 haciéndonos reír es la revelación del recién enterrado 2011. Genial.

Sin entrar a valorar su trabajo a las órdenes de Alex de la Iglesia en La Chispa de la Vida, no es de recibo que aparezca en esta categoría. Si hacemos la vista gorda con 'Ni se te ocurra...' película de 1990 que supuso la única incursión en la pantalla grande de Cruz y Raya como dúo, no podemos hacer lo mismo con... efectivamente. Lo han adivinado: 'Torrente 3. El protector'. Allí, más cámara que Mota solo chupaba el director, productor, guionista y protagonista, es decir, Santiago Segura.

Esos ausentes...

Estas paradojas hay que sumarlas a ausencias más que notables con nombres y apellidos, como las de Marta Etura por Mientras Duermes o la de Fernando Tejero por Cinco Metros Cuadrados, y al poco -o en algunos casos inexistente- botín que se han obtenido cintas como No Tengas Miedo, Primos o las propias Cinco Metros Cuadrados y Mientras Duermes.

Pero como reza el dicho popular 'nunca llueve a gusto de todos' y este año, aunque se acabe el mundo, no iba a ser una excepción. Desde ahora y hasta el próximo 19 de febrero tenemos tiempo suficiente de ensayar nuestra más lujosa 'sonrisa profident' para decir entre dientes: "Enhorabuena a los premiados".