El director de cine Nacho Vigalondo afirma que el cine fantástico "está dando un pasito atrás", a pesar de lo cual "todos los años surgen dos o tres producciones que se salen por la tangente y triunfan". Aun así, afirma, "si se estrenaran hoy 'El exorcista' o 'La semilla del diablo', serían cine marginal".

En una mesa redonda, promovida por el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid Nocturna, que celebra estos días su cuarta edición, los directores Vigalondo y Koldo Serra, junto al escritor y periodista Ruben Higueras y al distribuidor David Fernández, charlaron hoy con medio centenar de aficionados.

"El cine de está hoy polarizado: o se ruedan películas para grandes masas de público o pequeñísimas producciones que no dejan beneficios a nadie", explicaba Vigalondo.

En los años 90, ha continuado, "el cine fantástico tenía una connotación rompedora, y eso se reflejaba en taquilla. Que hoy se hiciera una película como 'Acción mutante' me parece imposible, dado el estado general del cine español".

Para Serra, "hoy es más fácil estrenar fuera de España que dentro, y mantener una película una semana en las salas se considera un fracaso".

Entiende el director de "Gernika", que se estrenará después del verano es España, que hoy el cine necesita del respaldo de las televisiones, pero le parece que "las teles no están muy dispuestas (a apoyar el cine de género)".

El ejemplo de lo que pasa, apunta Vigalondo, es "Magical girl" (Carlos Vermut, 2014): "Si hace 20 años una película consigue ganar en el Festival de San Sebastián y se proyecta en todas partes del mundo, y es un éxito en Francia y en Japón, ya te podías retirar; hoy, Carlos Vermut sigue viviendo en casa de sus padres".

Así, Vermut y él crearon los términos "triunfracaso" y "fonditecho", según ha explicado, porque "es posible ser un ganador en el mundo y volver a casa a dormir en la misma cama de cuando ibas al instituto".

Serra ha apuntado, por su parte, otro agujero del sistema: "El lunes se estrenó en Nocturna "The Hollow Point", de Gonzalo López-Gallego, con un elenco internacional de primer nivel, y no pasa nada, no tiene repercusión alguna".

Internet y, sobre todo, la cadena de distribución de contenidos "online" estadounidense Netflix acapararon también parte de la atención.

Los creadores que estrenan en la red "no saben si su película ha sido un éxito o un fracaso", porque no saben interpretar el número de descargas frente al número de espectadores y porque es un nuevo modo de llegar al público, "a un click", dijo Serra.

Para los creadores, la polarización del cine les aboca a un abismo que les produce "zozobra", si piensan que el futuro es del cine para grandes masas de público.