Este viernes llega a los cines 'La chica del tren', la adaptación a la gran pantalla del 'best-seller' homónimo de Paula Hawkins. Una cinta que, tal y como relata su protagonista, Emily Blunt, embarca al espectador en "un viaje complejo".

"Rachel viaja en tren al trabajo todos los días y está obsesionada con una pareja que ve desde la ventana del tren", afirma Blunt en este 'featurette' en exclusiva para Europa Press, en el que también ofrece algunas pistas sobre cómo su personaje, una mujer en plena deconstrucción y caída libre, encara el misterio al que se ve obligada a enfrentarse.

"Tiene recuerdos confusos sobre lo que pudo suceder. Rachel es tan inestable y está tan confundida que ella misma podría ser una sospechosa", señala la actriz británica. "Los personajes te mantienen en duda en todo momento (...) Cuanto más sabes de ellos, más aumenta el misterio", apunta el director del filme, Tate Taylor.

Testigo y obsesión

La cinta sigue los pasos de Rachel Watson (Blunt), una mujer que se ha quedado bastante tocada tras su reciente divorcio y, para luchar contra la rutina y el vacío, fantasea al mirar por la ventana del tren que coge a diario de camino al trabajo. Los recuerdos de cómo era su vida inundan su mente al pasar por delante de la casa en la que vivía con su ex marido Tom (Justin Theroux), y que él ahora comparte con su nueva esposa Anna (Rebecca Ferguson) y su bebé.

Como vía de escape, empieza a beber y a obsesionarse con los habitantes de otra de las casas que ve desde el tren, prácticamente contigua a la que fue su hogar. Allí, ajenos a la mirada de Rachel, viven Megan (Haley Bennett) y Scott (Luke Evans). Rachel lleva meses imaginándose cómo es la vida de Megan y Scott, componiendo idílicas escenas cotidianas basadas en las furtivas imágenes que contempla de la pareja. Un día, de camino al trabajo, Rachel es testigo de un impactante suceso y se ve involucrada en un túrbio misterio que ella misma intentará revelar.

La novela en la que se basa la película, obra de Paula Hawkins ha sido un éxito arrollador en más de 40 países, con un total de 15 millones de ejemplares vendidos, 1 millón en lengua española. La chica del tren permaneció 86 semanas en la lista de bestsellers del New York Times, 29 de ellas en el número 1.