Elevado a director de culto gracias a 'Drive' (2011), el director danés Nicolas Winding Refn presentó el pasado miércoles en Madrid 'The neon demon', una reflexión radical sobre "nuestra creciente obsesión con la belleza" a través del mundo de la moda y de la historia de una joven aspirante a modelo (Elle Fanning).

"Cuando se dice que la belleza es algo superficial, lo que refleja es el miedo a nuestra vanidad porque lo cierto es que la belleza domina nuestra vida y seguirá haciéndolo", dijo Winding Refn en rueda de prensa.

La película, que llegará a los cines el 25 de noviembre, levantó pasiones opuestas durante el pasado festival de Cannes -incluidos abucheos y algún insulto-, un extremo sobre el que el director no ha querido pronunciarse: "Es difícil decir algo al respecto sin parecer un completo gilipollas", afirmó.

'The neon demon' cuenta la historia de una joven de 16 años -la edad que tenía la propia Fanning cuando empezó a rodar- que llega a Los Ángeles con la ambición de convertirse en modelo. Su belleza "pura" hace que diseñadores y fotógrafos se rindan a sus pies, pero también suscita celos y codicia entre sus compañeras.

Y lo hace hasta extremos imprevisibles que hacen que el filme se adentre en los códigos del terror, sin abandonar la habitual estética cuidada del cineasta.

"La revolución digital ha impuesto cierto caos en las normas de la narrativa y la estética, y a mi me gusta el caos", ha señalado Winding Refn, que reconoció sentirse algo confuso al respecto.

En su opinión, el cine ha evolucionado tan rápido que "hemos llegado a una parada final en la que Hollywood se ha convertido en una fantástica máquina de hacer dinero", pero la creatividad ha quedado relegada.

"La libertad creativa es algo que no se paga con dinero. La alegría de la creatividad consiste precisamente en expresar lo que quieres como quieres, lo veo cuando miro a mi hija de siete años dibujar", subrayó.

Por otro lado, ha dicho sentirse muy afortunado por los actores con los que ha trabajado en su carrera, desde Ryan Gosling ('Drive', 'Solo Dios perdona') a Tom Hardy ('Bronson') y ahora Elle Fanning, acompañada por Christina Hendricks y Keanu Reeves, entre otros.

"Los actores son la mitad de la película porque las grandes ilusiones se componen de nuestras fantasías y ellos son la cara de esas fantasías", dijo.

La idea original de 'The neon demon' nació de la propia fascinación del director y guionista por la belleza. "Tengo dos hijas y una mujer preciosas, la belleza me rodea, y pensé que sería interesante hacer una película sobre nuestra obsesión por la belleza", explicó.

"Lo curioso -prosiguió- es que frente a la longevidad de nuestra atracción por la belleza, el concepto en sí es cada vez más estrecho, va menguando y pensé que en algún momento llegaría a ser circular, a alimentarse de sí misma".

"Vivimos una época en la que el narcisismo es una cualidad positiva. Me parecía una idea interesante y aterradora a la vez", señaló, al tiempo que ha insistido en que el filme no pretende dar lecciones morales ni ser una crítica al mundo de la moda.

No hay personajes buenos ni malos. "Enseñamos a nuestros hijos a aceptarse como son, a no dar importancia a su aspecto sino a su interior, pero la verdad es que vivimos en un mundo en el que juzgamos por las apariencias".

"La complejidad de la belleza está más allá de lo que vemos. Sabemos lo que está bien, pero luego están nuestros deseos. Y no podemos dejar de desear", advirtió.