Javier Bardem vuelve a demostrar en "Loving Pablo" que es uno de los grandes actores del momento, con una compleja interpretación de Pablo Escobar en un filme que se acerca a un personaje real "que fue amado y todavía es querido por muchas personas" pese a las muertes y la violencia que provocó.

De ahí el título de la película, dirigida por Fernando León de Aranoa y en la que Bardem comparte protagonismo con Penélope Cruz en el papel de Virginia Vallejo, la periodista que fuera amante del narco y que escribió un libro en el que se basa este trabajo, presentado hoy fuera de concurso en la Mostra de Venecia, donde recibió una tibia acogida.

"Una de las razones por las que quisimos hacer esta película es ver qué sucede a nivel emocional cuando alguien se enamora de un tipo así, cuando a nivel social lo adoran" y que luego lleva a la destrucción de todo y todos los que están a su alrededor, explicó Bardem en rueda de prensa.

Una situación que fue excepcional en el caso de Escobar, pero que no fue única ni ha desaparecido. "México a día de hoy está peor que Colombia en aquella época y más allá de que haya series de televisión o películas, es importante reconocer eso y denunciarlo".

Para Bardem esta película aporta una mirada diferente del narcotraficante, que va más allá de las ficciones que ya se han estrenado sobre su figura y esa fue la razón de que se metiera en este proyecto, en el que el actor también ejerce de productor.

"Es muy humano tener interés por esas personalidades que han cambiado la historia del mundo. Este, como muchos otros demonios, lo cambió", pero, al mismo tiempo, era un "padre amoroso", explicó.

Una tremenda contradicción que es lo que más le interesa como actor, "más allá de la moral y de la ética de cada uno".

"El actor no puede enjuiciar, tiene que interpretar. Si no, no podríamos hacer grandes personajes clásicos como Enrique III", reflexionó.

Su objetivo en el caso de Escobar era explorar "cómo viniendo de un medio humilde se convirtió en un ser tan poderoso", algo que no encontraba en los proyectos sobre el narco que le ofrecieron anteriormente.

La complejidad que buscaba la encontró en el libro de Vallejo, el punto de partida adecuado para mostrar a este "gran personaje para interpretar" pero no una "grata persona con la que estar". "Nuca pasaría la noche con él. Hacía el papel y cuando oía la palabra 'cortar' salía corriendo de allí", agregó.

"El cine conlleva una responsabilidad"

También Penélope Cruz mostró su rechazo a la imagen que se ha dado del narco y una de sus preocupaciones era que no se asociara el mundo de Escobar con el glamour que suele acompañar a los criminales en la gran pantalla.

"El cine conlleva una responsabilidad cuando tocas un tema tan serio y eso esta muy conseguido por parte de Fernando", que muestra el dolor causado por Escobar y el cartel de Medellín.

En cuanto a Vallejo, su personaje, consideró que "se sentía atraída por el poder y el magnetismo de este señor, pero no sabía hasta qué punto estaba poniendo su vida en peligro o quizás miraba para otro lado, no lo sé. Pero cuando quiso salir, ya no pudo".

Una historia rodada en inglés por exigencia de los productores, pero en la que León de Aranoa quiso mantener el acento colombiano para conservar la cadencia y la cultura de este país.

Algo a lo que restó importancia. "Como escritor y director lo que necesitas es expresar las emociones y alcanzar la cabeza y el corazón de la gente".

"Lo ideal -agregó Bardem- es rodar cada película en su idioma original, pero es una película de amplio alcance" que los productores querían que se hiciera en inglés para llegar a más gente que es de lo que se trata, de mostrar cómo "Pablo Escobar cambió el mundo, a peor".

Y aunque no se mantuvo el español original, sí rodaron en Colombia, en algunos casos en localizaciones reales y además Bardem contó con una tremenda caracterización para transformarle en Escobar hasta en sus movimientos, que el actor comparó con los de un hipopótamo, un animal que el narco adoraba.

"El hipopótamo es un animal muy meloso, gracioso, tranquilo y, sin embargo, es el más feroz de toda África. Hay alguna cosa en el ritmo que me recordaba a ese señor" que estaba "metido en su propia mierda hasta los ojos".