Es una de las actrices españolas más nominadas a los Goya y ahora empieza a cosechar reconocimientos al otro lado del Atlántico. Después del homenaje recibido hace unas semanas en el Festival de Cartagena de Indias (Colombia), Maribel Verdú podría recoger su primer premio Platino el próximo 24 abril.

"Me hace una ilusión tremenda porque el cine latinoamericano es mi segunda casa", ha asegurado hoy a Efe la actriz, que compite por el premio a la mejor interpretación femenina por 'Abracadabra' de Pablo Berger.

De hecho, Verdú enlazará la ceremonia de los Platino, que se celebrará en Cancún, México, con el rodaje de su primera película hondureña. "Se llama 'Todos bailaban', del director Jurek Jablonicky, y es una historia de cine social, preciosísima y desgarradora", desvela.

Jablonicky, que estudió cine en España y conoce a Verdú desde los tiempos de 'Belle Époque', presentó hace unos años en Cannes un corto sobre la misma historia, que aborda el "bullying" en los centros educativos y este será su debut en el largometraje.

Verdú es consciente de la dificultad con la que se mueven las películas en el mercado iberoamericano, a pesar de la lengua común. "Cuesta muchísimo -señala-. Incluso de un país cercano como Argentina, en España sólo se estrenan las de Ricardo Darín".

Precisamente en Argentina empezó la madrileña su relación con el cine iberoamericano a finales de los 90, tras una extensa carrera en España: debutó con 14 años, ha trabajado con directores como Vicente Aranda, Bigas Luna, Ricardo Franco o Fernando Trueba, y además de dos Goyas y once nominaciones, en 2009 ganó el Premio Nacional de Cinematografía.

La película que la llevó a Buenos Aires fue 'Frontera Sur', con José Coronado y Federico Luppi; luego vinieron otras, en Argentina, en Chile y sobre todo en México, donde ha rodado sus trabajos más importantes: 'Y tú mamá también' (2001) de Alfonso Cuarón y 'El laberinto del fauno' (2006) de Guillermo del Toro.

En 'Abracadabra', de Pablo Berger, Verdú da vida a una ama de casa de extrarradio casada con el típico macho ibérico que un día se transforma a raíz de una sesión de hipnosis. La película es una comedia negra, arriesgada, que pone en la diana el tema del empoderamiento femenino.

Aún recientes las manifestaciones del 8 marzo, que tuvieron un seguimiento inédito, Verdú considera que estamos viviendo un momento histórico.

"El 8 marzo de 2018 va a pasar a la Historia. Creo que era necesario, se ha abierto la puerta y estamos en un antes y un después, ya nadie va a atreverse a acosar, aunque sea discreta y sutilmente, se van a andar con mucho cuidado", señala.

En su opinión, "ser mujer en esta vida todavía tiene muchos inconvenientes", a pesar de los avances y de que ella parece no verse afectada por esa tendencia del cine español a no dar papeles de envergadura a las mujeres a partir de cierta edad.

"Cada año pienso que va a ser el último, este año cumplo 48. Y sé que eso ocurre, pero en mi caso me están llegando ahora unos papeles maravillosos, todo este año y el que viene tengo proyectos que me hacen mucha ilusión", reconoce, entre ellos dos películas con Gracia Querejeta o la adaptación del cómic 'Superlópez'.

"Pero siempre pienso que se va a acabar o que me van a dar papeles más pequeños; ojalá no sea así porque las historias más importantes y conmovedoras y con más garra las tienes según vas viviendo y cumpliendo años -opina- aunque no todo el mundo lo sabe ver, especialmente las cadenas de televisión, que son las que tienen que aportar mucho".

De cara a los Platino, sus contrincantes serán su "amiga", la española Emma Suárez, nominada por la película mexicana 'Las hijas de abril'; la argentina Sofía Gala Castiglioni, por 'Alanis', y las chilenas Antonia Zegers, por 'Los perros', y Daniela Vega, por 'Una mujer fantástica', ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

"Se lo llevará Daniela, se lo está llevando todo y bien merecido", vaticina.