Treinta años atrás, la ciudad marcaba su mapa cinematográfico con once grandes salas de reconocida popularidad. En los noventa, sólo tres templos de séptimo arte (Álcazar, Altamita y Capitolio) seguían vivos, a los que se unieron después los Odeón (hoy municipales), los Aana (en la actualidad, Sala Cocö) y en agosto de 2003 los ABC (en el centro comercial L'Aljub), que se han mantenido firmemente unidos al devenir del municipio hasta la actualidad.

¿Cómo ha sido el recorrido realizado por los cines ABC desde su puesta en marcha en 2003?

Muy satisfactorio, empezamos muy fuertes con el tirón de unas sagas consolidadas que estaban en sus últimas entregas como "Matrix", "El Señor de los Anillos", "Star Wars", y también se ha vivido el comienzo de otras, como "Piratas del Caribe". Mención especial merece la película "Buscando a Nemo" y, por tanto, el devenir de Pixar como el gran referente de las producciones de animación.

Han resistido el paso del tiempo y continúan muy vivos en una ciudad que se caracterizó por tener una amplia oferta cinematográfica y salas de referencia que, poco a poco, fueron cerrando o reconvirtiéndose en instalaciones para otros fines.

En los tiempos actuales, con la aparición de los nuevos medios audiovisuales, especialmente Internet, se han globalizado los lanzamientos de las películas, los estrenos son a nivel mundial, y el periodo de explotación de los largometrajes se ha acortado. Además, eso nos premite recoger prácticamente toda la oferta existente y es una ventaja competitiva frente a las salas únicas o complejos de pocas salas, por lo que muchas se han visto abocadas a cerrar. Otro factor a tener en cuenta es que estamos integrados en una oferta global de ocio dentro del centro comercial L'Aljub, donde disponemos de un gran aparcamiento gratuito.

¿En qué momento se encuentra el proyecto existencial de los cine ABC Elx?

Seguimos con la ilusión del principio y con la voluntad de seguir dando cine durante mucho tiempo. Hemos estudiado en profundidad al consumidor, se le ofrece siempre sesiones numeradas para mejorar la comodidad y que se pueda apurar el tiempo de ocio hasta el comienzo de la película. Hemos puesto en marcha una política de precios que favorece a la familia y a los jóvenes. Se han incluido sesiones golfas o de madrugada con un gran descuento... y la novedad reciente más importante es la introducción de la tarjeta de fidelización que pensamos que el público lo va a valorar muy positivamente.

¿Qué ha supuesto la apuesta del mundo del cine por el 3D?

El 3D tuvo un arranque muy exitoso debido principalmente a la película "Avatar", pero una vez pasada esa euforia inicial vemos que el 3D es una alternativa de oferta dentro de un conjunto, por lo que siempre convivirá con el resto de programación tradicional... pero muy lejos de convertirse en la única forma de ver cine.

¿Quizás en estos momentos se agradece la oportunidad de desvincularse de la realidad marcada por los tiempos convulsos y resulta más atractivo que nunca meterse en una sala a ver otras historias?

El cine siempre se ha considerado un negocio anticíclico, es la oferta de ocio más barata, son dos horas de evasión que nos pueden sumergir en infinidad de historias, y puede lograr que nos olvidemos de nuestros problemas durante un rato en estos tiempos tan difíciles.

¿Qué tiene el cine que le permite seguir tan vivo?

El cine siempre ha sido foco de nuevos valores, pero es una industria que a veces no se sabe valorar. Producción, realización, montaje, sonido, hasta que llega a las pantallas, y eso ha supuesto la participación de muchas personas en sus diferente facetas, creativos, actores, músicos, decoradores, dobladores y un largo etc.; por lo tanto, es una industria generadora de puestos de trabajo y el público debe de pagar por ello porque se debe de proteger al máximo.

¿De qué manera?

La forma de hacerlo es educando desde muy pequeños a los niños, que deben de pagar por los servicios que reciben; contra lo gratuito y, en definitiva, la piratería no se puede competir, si no pagamos por lo que recibimos no hay modelo de negocio que sobreviva, que resista. Francia lleva dos años consecutivos logrando taquillazos que no se veían desde los años 60, con una producción propia muy potente, y donde no han perdido la identidad cultural del cine.

¿Cuántas películas se proyectan al año? ¿Cuántos espectadores pueden pasar en ese mismo período de tiempo por las once salas ilicitanas de los ABC?

Estrenamos aproximadamente unas 200 películas al año, y durante todos estos años nos hemos mantenido constantes sobre el medio millón de espectadores.

¿Cuál sería el perfil del espectador ilicitano?

La sociedad ilicitana es una gran consumidora de cine familiar y de entretenimiento, las películas de autor o de género también tienen su cuota de afluencia. Es curioso porque dependiendo del horario o día el público se decanta más por una película o por otra.

¿Y el futuro inmediato?

La digitalización, desaparece el 35 mm que es un estándar que ha durado cien años. Se pierde la nostalgia de las copias, bobinas, cronos... pero se ganará en calidad.