¿Echa de menos el cine en tiempos de Marilyn? No sólo por la cantidad de espectadores que tenía, sino por la ventana al mundo que suponía entonces ver películas, que hoy parece que cubre Internet.

Echo de menos la cantidad de cines que había, algunos con sesiones continuas y dos películas. Las películas se explotaban por lo menos cinco años. Pero no había versión original. Ahora no soporto una peli doblada, pero entonces, años sesenta, me pasaba la vida en el cine. El cine nunca ha sido equivalencia de Internet. Era, y es, creación, fantasía y entretenimiento. Otra cosa buena de ese pasado es que los americanos hacían también películas para adultos.

Con ese cine creció usted. ¿Hubo alguna película que le empujara a dedicarse a este oficio?

Los 400 golpes, de Truffaut, y la época dorada de Hitchcock, que la viví casi en directo por aquello de que las pelis estaban cinco años en explotación. Falso culpable, Vértigo, Con la muerte en los talones, Psicosis.

Sin embargo, su cine casi siempre ha tratado con la comedia, a la que ha vuelto después de Las 13 rosas. ¿Está infravalorado el humor en el cine o se demanda más ahora?

Sólo ha estado infravalorado por las personas que carecen de sentido del humor. Entre nosotros son minoría. Claro, que incluyen a unos cuantos críticos. Siempre ha habido mucha demanda de humor. Es un cine que no exige grandes presupuestos, sólo talento creativo de guionistas, directores y actores.

Con los recortes en TVE, y la reducción drástica de las ayudas al cine, ¿hacer una película hoy es un milagro?

Completamente.

Se atrevió con el cine musical en El otro lado de la cama y ahora con un trío en La montaña rusa. ¿Qué fue más arriesgado?

Cada una en sus dificultades. El otro lado de la cama estaba jugada en farsa, lo que hacia más fácil la comedia. La montaña rusa es una comedia dramática con grandes dosis de realismo, un tipo de peli inclasificable para mentes unidireccionales y dadas al orden.

Mantiene que la monogamia es antinatural pero el amor puede durar toda la vida. Explique eso.

Lo expliqué más o menos en Amo tu cama rica. La chica se folla todo lo que se menea, pero su auténtico amor duradero es él.

¿Quién podría trasladar mejor al cine lo que está pasando en nuestro país -la crisis, la prima de riesgo, las intervenciones financieras... : Santiago Segura o Agustí Villaronga?

Santiago Segura, por las dosis exhaustivas de esperpento. Un retrato fiel y realista de Villaronga resultaría increíble.

¿Si lo hiciera Martínez-Lázaro, por dónde empezaría la película?

Por una larga cola del INEM.

¿Los directores de cine van al cine también?

Creo que somos los únicos.

¿Cuál es la última película que ha visto y la última que le ha gustado?

Veo todos los días una película por lo menos. Muchas veces en casa. La última que he visto en sala es Sombras tenebrosas. La última que me gustó en el cine, sin exagerar, fue Drive, porque el director le daba la vuelta completamente a lo que debía ser un guión muy convencional.

¿El futuro del cine será online o seguirán existiendo las butacas de cine?

Creo que quedarán las salas, como quedó el teatro (y ahora resurge con fuerza), pero las películas se verán en muchos sitios, online o no.

¿Conoce los estudios Ciudad de la Luz de Alicante?

Sí. Hubo una posibilidad remota de rodar allí Las 13 rosas.

¿Por qué no llegó a rodar la película aquí?

No rodé en los estudios por problemas presupuestarios, y puede también que por otros que desconozco.

¿Piensa que estos estudios -rodeados ahora de polémica por problemas de financiación, deuda y litigios con la empresa que los explota- son o no necesarios para la industria del cine español?

Los estudios son una maravilla, pero el cine español es difícil que pueda asumir su coste. Ahora está claro que no, pero incluso cuando todo se normalice, los presupuestos, mercados y amortizaciones no admiten el gasto extra de los estudios. Salvo que se haga un simulacro de utilización, ya se ha hecho muchas veces, y se utilicen para poner en un rincón un decoradito mínimo.