La sequía merma la cuarta parte de alcachofas en la provincia pero lo compensa su alto precio

La falta de lluvias hace caer un 25 % la producción de esta hortaliza, lo que supone la pérdida de entre 6.000 y 7.000 toneladas

Los productores confían que mejore la climatología para el segundo colmo que acaba de iniciarse o, de lo contrario, se verán obligados a adelantar la cosecha

Se están vendiendo un 20 % más caras que hace un año por estas fechas 

Recolección de la alcachofa en un huerto de la Vega Baja esta campaña.

Recolección de la alcachofa en un huerto de la Vega Baja esta campaña. / Toni Sevilla

Rubén Míguez

Rubén Míguez

La ausencia de lluvias este pasado invierno ha dado al traste con una cuarta parte de la producción prevista de alcachofas en la provincia. Esa ausencia de precipitaciones, además, ha venido acompañada de temperaturas más cálidas que las que hubieran sido propias del invierno y del otoño, que han hecho mella en esta hortaliza que necesita de frío para desarrollarse. 

Las estimaciones al inicio de la campaña eran las de obtener entre 25.000 y 30.000 toneladas, pero esas previsiones no se cumplirán. La caída de un 25 % de la producción supone la pérdida de entre 6.000 y 7.000 toneladas de esta hortaliza que se cultiva en el sur de la provincia de Alicante, en su mayoría en la comarca de la Vega Baja, la principal zona productora de alcachofa de la Comunidad Valenciana. También se cultiva en el Camp d'Elx donde hay una importante merma porque no hay ni agua ni suelo ni humedad ni frío para producirla con garantías.

La hortaliza considerada como "la joya de la huerta" de la Vega Baja finalizó el primer colmo (las cosechas y posteriores recogidas que se hacen del cultivo de una misma planta en una campaña) e inicia el segundo con esa caída de producción que, no obstante, la compensan los precios altos a los que se está vendiendo la alcachofa alicantina gracias a la industria conservera.

El precio medio se sitúa actualmente en los 1,20 euros por kilo. Esto supone un valor un 20 % por encima de los precios medios que ha tenido esta alcachofa en anteriores años por estas mismas fechas. "La industria está tirando muy bien de la compra de alcachofas de la Vega Baja y está manteniendo un buen precio, gracias a ella mantendrá un precio medio de final de campaña interesante", resalta el presidente de la Asociación Alcachofa de la Vega Baja, Antonio Ángel Hurtado.

Temporeros en un campo de alcachofas de la Vega Baja.

Temporeros en un campo de alcachofas de la Vega Baja. / Toni Sevilla

De menor calibre y peso

La ausencia de lluvias está siendo trascendental en la bajada de producción, que venía de una campaña, la del pasado año, que fue bastante buena al no haber "sufrido" tantos días de calor y tan escasas lluvias. "El frío, además, le viene muy bien tanto para vegetar la planta como para mejorar la calidad", explica Hurtado.

De hecho, las pocas noches de heladas que ha dejado este pasado otoño e invierno se están dejando notar. La alcachofa adquiere dureza antes de tiempo, por lo que los agricultores están optando por cortar la hortaliza antes de que pierda ternura.

Esto está permitiendo mantener una buena calidad de producto, pero, eso sí, es de menor calibre y peso al no haber crecido lo suficiente en la planta. "Los agricultores la están cortando antes para no perder calidad, y esto significa una pérdida de kilos considerable por metro cuadrado al ser más pequeñas, pero pones en el mercado alcachofa de calidad, ya sea en fresco o para industria", indica el presidente de la Asociación Alcachofa de la Vega Baja.

De mantenerse la sequía para el segundo colmo que acaba de iniciarse, los productores advierten de que el periodo de recolección, que está previsto que finalice a principios de mayo, se tenga que adelantar, al menos, 20 días. "Si lloviera ahora sería fundamental para que fuera mejor en producción y en calidad", expresa Hurtado.  

Exportaciones

Las exportaciones, por su parte, se están manteniendo a buen nivel tras el parón que hubo el pasado mes por las huelgas del sector agrario que obligó a mantener buena parte de las mismas en cámaras frigoríficas a la espera de que pudieran llegar sin sobresaltos a los países de destino, principalmente el centro de Europa, y después tuvieron que enviarse poco a poco para evitar la sobreoferta.

Los buenos niveles de exportación de la alcachofa de la provincia se mantienen pese a la competencia de Perú y Ecuador, los dos países que venden a los mismos mercados, como el de Estados Unidos, el mayor consumidor de esta hortaliza en conserva. Ambos países no pagan aranceles para exportar su alcachofa en Norteamérica como sí sucede con la española.

En Europa, la alcachofa de la Vega Baja sigue reinando en los mercados de Francia, Italia o en Centroeuropa, tanto en fresco, principalmente, como en conserva. En nuestro país también está entrando alcachofa de Perú y de Ecuador que empresas españolas envasan para conservas que se venden en grandes superficies y supermercados. Una competencia con la que los agricultores de aquí tienen que luchar.

Recolección de alcachofas en el Camp d'Elx.

Recolección de alcachofas un campo de la provincia. / Áxel Álvarez

Superficie

Desde que se creó la marca vinculada a la alcachofa de la Vega Baja, hace una década, la superficie de cultivo en la comarca ha aumentado en un 40 %. Eso sí, en esta campaña hay una reducción de un 20 % de la superficie cultivable, que ronda las 1.700 hectáreas actualmente. 

La zona productora de alcachofa más importante del país es la vecina Región de Murcia, quedando la comarca de la Vega Baja en segundo lugar. La competencia nacional no supone ninguna incidencia en la producción alicantina, ya que la de Benicarló es mucho menor y se consume en los mercados de autonomías cercanas, como Aragón y Cataluña, y, en el caso de la de Navarra, empieza ahora a recolectar, y solo coincide durante una parte de la temporada con la de la provincia.

Cosecha de alcachofa en la huerta de la Vega Baja

Cosecha de alcachofa en la huerta de la Vega Baja / Áxel Álvarez

En el Camp d'Elx, los agricultores, que saben de la importancia de la alcachofa, que supone 9 millones de kilos de los 18,5 millones del total de hortalizas de invierno van a comenzar a poner variedades híbridas de la planta, que a buen seguro no tendrán tan buen recorrido en los mercados, pero dan una buena producción y resisten mejor las inclemencias meteorológicas y se defienden mejor de los fitopatógenos o de las enfermedades del suelo, como los hongos.

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