Las pruebas forenses hallan restos de pólvora en uno de los acusados y en las dos víctimas del tiroteo de Villena

Los expertos de balística de la Guardia Civil confirman que existieron al menos cuatro armas de fuego

El proceso ha quedado visto para sentencia, elevando las acusaciones en dos años por tenencia de armas, hasta los 14, la petición de cárcel para los dos procesados

Llegada de los dos hombre acusados este martes a la Audiencia

Llegada de los dos hombre acusados este martes a la Audiencia / JOSE NAVARRO

Visto para sentencia. La tercera y última jornada del juicio por el tiroteo de Villena en el que resultaron heridas dos personas en 2016 se ha cerrado con las pruebas aportadas los expertos de criminalística de la Guardia Civil. Unas evidencias que apuntan a que todos los disparos se produjeron contra la vivienda y el corral donde estaban los dos lesionados, y que constatan la existencia de al menos cuatro armas de fuego diferentes. Eso sí, restos de pólvora solo se han hallado en uno de los acusados, Rafael C.A., de 89 años, y en las dos víctimas. Pero los expertos no han podido descartar que la pólvora del anciano procediera de la nube que genera la denotación, por lo que él podría no haber disparado.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha concluido este martes el juicio, de nuevo con una fuerte presencia de Guardia Civil y Policía Nacional para evitar cualquier tipo de incidente, ya que este tiroteo se originó por una discusión entre clanes gitanos en el barrio del Rabal de Villena por un tema familiar, y había temor a que se pudiera registrar algún altercado, algo que no ha pasado ningún día. Y mientras que las defensas han pedido la absolución de los dos acusados, el anciano y un nieto -hay un tercer acusado ilocalizable que también es nieto-, el Ministerio Fiscal y la acusación particular han aumentado la pena solicitada hasta los 14 años de cárcel para ambos en sus conclusiones.

Así, la jornada se ha centrado en las declaraciones de los peritos del departamento de Criminalística de la Guardia Civil y de otros expertos, con el objetivo de tratar de determinar quiénes participaron en los hechos y cómo se desarrollaron. Así, las pruebas de ADN practicadas a dos cartuchos sin percutir no hallaron restos genéticos. Y las pruebas de parafina para determinar quiénes dispararon tampoco son totalmente concluyentes. Y es que se hallaron restos de pólvora en Rafael C.A. y en las dos víctimas. En el primero se detectaron en la cara y en la mano derecha, 14 horas después del suceso, aunque los peritos han advertido que esta contaminación también podría deberse a que estaba muy cerca del disparo realizado por otra persona. En cuanto a las dos víctimas, esto se debería a los impactos. Y los análisis de balística han determinado que había cuatro armas de fuego diferentes, tres de 9 mm cortas, y otra de 9 mm parabellum, aunque no se ha llegado a localizar ninguna de las pistolas.

En cuanto a la reconstrucción realizada de los hechos y las trayectorias de los disparos, la conclusión a la que llevan los investigadores es que se produjeron al menos 15 disparos, y que todos se realizaron hacia la casa del principal perjudicado. Y todo apunta a que los tiradores, que el día anterior en el juicio los investigadores cifraban en seis y que se habría ido pasando algún arma, fueron avanzando hacia la casa mientras se producían los disparos. De cualquier forma, las defensas han alertado que se trata de hipótesis basadas en parte en los lugares en los se hallaron los casquillos, y que desde la vivienda se podría haber realizado disparos, algo que no han constatado los investigadores. Y que no se han tenido en cuenta algunas pruebas en la reconstrucción, como un casquillo localizado en el interior del corral anexo a la casa, donde se refugiaron los dos heridos y donde resultó lesionado el de menor gravedad.

Del mismo modo otra experta ha constatado que la herida del principal perjudicado era "mortal" de no haber sido atendido rápidamente en un centro hospitalario, ya que afectaba a un órgano vital -el pulmón-, lo que lo le hubiera producido la muerte de no haber recibido auxilio médico urgente. En cambio, la herida de bala del otro fue leve.

La Audiencia ha vuelto a ser tomada por la Guardia Civil y la Policía Nacional

La Audiencia ha vuelto a ser tomada por la Guardia Civil y la Policía Nacional / JOSE NAVARRO

Conclusiones

Una vez terminadas las declaraciones periciales, en el turno de conclusiones, la Fiscalía y la acusación particular que ostenta el herido de gravedad han incorporaron a su petición de 12 años de prisión por dos homicidios en grado de tentativa y lesiones, dos años más por tenencia de armas de fuego. Y han defendido que aunque no está claro quién realizó los dos disparos del herido principal, todos los implicados que portaban armas de fuego deben considerados coautores, siendo causadas las lesiones por todos. En cuanto al herido leve, la mayor parte de testimonios apuntan a Rafael C.G., nieto del anciano y que está huido, habría sido el supuesto autor del disparo. Lo que no queda claro es si el anciano llegó a disparar, ya que hay coincidencia en la mayoría de testimonios en que el anciano sacó un arma y que hubo un forcejeo con Rafael C.G., que se la arrebató, señalando algunos que llegó a disparar el anciano antes, pero la mayoría dice que no llegó a disparar.

Así, la defensa del anciano señala que sí que sacó un arma, pero no fue el autor de disparo alguno, y tampoco puede considerarse coautor. Y ambas defensas denuncian dilaciones indebidas en el proceso, ya que este se juzga casi 8 años después de aquel suceso, que deben ser tenidas en cuenta. Y que además los dos acusados estuvieron durante meses en prisión preventiva, hasta que la falta de pruebas claras hizo que fueran dejados en libertad, según la defensa, también con un retraso inaceptable en la investigación.

La defensa del otro acusado -el nieto- también ha destacado que incluso testimonios de la familia del principal perjudicado exculpan a su cliente, y que no hay pruebas de que él llevara arma ni disparara. Y todo pese a que las defensas han alertado de la falta de imparcialidad de los testigos, todos de una u otra familia implicada.

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