Elaboración: en una copa flauta, servimos 1/5 de cordial de lima Rose´s, 1/5 de Amaretto di Saronno enfriados previamente en vaso mezclador, terminándola de llenar con 3/5 de vino blanco, finalmente bendecimos con un twist de piel de naranja.

El coctail Arazk es una de las mejores combinaciones creadas con vino con las que he tenido oportunidad de deleitarme.

Hace unos 30 años, recién abierto el Gimlet de Santaló, decidí viajar en vacaciones con mi moto: una Honda 125 cc de dos tiempos. Preparé una pequeña bolsa en el portamaletas, junto a una lata de aceite, ya que cada 125-150 km había que reponerlo. Con la ilusión de emprender mi viaje en solitario salí de Barcelona por la autopista en dirección a San Sebastián. Pernocté en Zaragoza y Pamplona y me crucé con otros moteros que se sorprendían de que me atreviera a circular con una moto de tan baja cilindrada.

Me sentía atraído por San Sebastián, donde había habido establecimientos míticos, con maestros que oficiaban al frente de sus barras, como Don Perico Chicote en el Gran Kursaal. Llegué a lo Viejo deleitándome con sus pintxos, tascas y restaurantes. Y entre todos ellos, en el Alto de Miracruz: Arzak. Acudí con la ilusión de visitar un local mítico. Nació como bodega de vinos y taberna en 1897, para irse transformando en casa de comidas.

Fue un excelso ágape con ese servicio ofrecido por camareras, típico del País Vasco. Me acogieron y trataron a sabiendas de que había acudido a su casa por devoción propia, sin necesidad de compañía alguna ni excusa de un posible negocio entre comensales, y me sorprendieron con un extraordinario cóctel. Luego he regresado en diversas ocasiones; Juan Mari tiene en su hija Elena una gran aliada y continuadora de su obra. Elena lidera un extraordinario equipo con el que hemos coincidido en actos como Madrid Fusión o el Open de Tenis de Madrid creando maridajes de cócteles y platos. Designada hace unos meses mejor cocinera del mundo, encarna con su saber y dulzura un presente y futuro.

Arzak con la nueva cocina; la bodega en el sótano de la casa, donde se mezcla el acero con vigas de madera centenaria y alberga históricos vinos. En un subir laberíntico que respeta la distribución del caserío se llega al espacio de I+D donde Elena trabaja con su equipo y crea sus nuevos platos. Semanas atrás compartí con ellos platos y palabras en la mesa familiar, disfrutando sólo como se disfruta cuando tienes la oportunidad de la intimidad de las cocinas o back offices de barras de grandes establecimientos. Gracias por vuestra aportación al mundo de la gastronomía.