La única dificultad aparente de la conservación en frío „los tiempos de descongelación„ se soluciona hoy en día con la ayuda de un electrodoméstico que hace tiempo que se convirtió en un fijo en nuestros hogares: el microondas. Las cualidades reconocidas de este aparato se vuelven asombrosas cuando se trata de descongelar. Las ondas electromagnéticas generan calor hasta 2,5 centímetros de la superficie del alimento y este se transmite al resto permitiendo la descongelación, en un primer momento, y la cocción, si el proceso no se interrumpe.

Los tiempos y condiciones de descongelación en el microondas varían en función del volumen, la forma y la densidad del producto. Una característica peculiar de este horno es que, una vez interrumpida la acción de las ondas, su efecto continúa durante algún tiempo. Por ello la descongelación debe continuar brevemente fuera del aparato para que concluya en el medio ambiente natural. Es lo que llamamos tiempo de reposo.

El truco:

€ Hay que cambiar de posición y remover periódicamente los alimentos que se están descongelando.

€ No se debe utilizar nunca un recipiente metálico en el microondas.

€ Si se descongelan varios alimentos al mismo tiempo, deben colocarse de forma circular.

€ La densidad de los alimentos influye notablemente en el tiempo de descongelación: los porosos necesitan menos y los compactos más.

€ La rapidez es proporcional al contenido en agua, azúcar y grasa.