Llega carnaval, una de las fiestas preferidas por los niños. Es tiempo de diversión, disfraces, música y también de comida. Y es que en muchas casas se aprovecha esta época del año para preparar una gran variedad de recetas tradicionales, en las que pueden participar los más pequeños de la casa. Lo más típico son los dulces, como orejas, buñuelos, filloas... A continuación te presentamos cinco recetas con las que niños y mayores se chuparán los dedos.

Buñuelos de viento

Ingredientes: 200 gramos de harina, 50 gramos de mantequilla o margarina, 5 huevos, medio litro de leche, un vaso pequeño de agua, 1 corteza de limón, azúcar, canela, aceite y sal.

Así se prepara: Así se prepara:Ponemos al fuego un cazo con la leche, el agua, la mantequilla, la corteza de limón y la sal. Cuando empiece a hervir añadimos toda la harina de golpe, bajamos el fuego y vamos removiendo. Retiramos la masa del fuego cuando empieze a separarse del fondo del cazo y añadimos los huevos, uno a uno, batidos. Mezclamos hasta conseguir una masa homogénea y vamos moldeando los buñuelos, que freiremos en abundante aceite hasta que queden bien dorados. Los sacamos y espolvoreamos o rebozamos con azúcar y canela.

Leche frita de carnaval

Ingredientes: 1 litro de leche, 100 gramos de maicena, 200 gramos de azúcar, 2 cortezas de limón, 2 ramas de canela, 2 huevos, aceite y canela en polvo.

Así se prepara: En una olla ponemos a hervir la leche, apartando un vaso para añadir a la maicena, con la canela y la corteza de los limones. Cuando entre en ebullición apartamos la cazuela y dejamos reposar la leche una media hora. Posteriormente la colamos, apartando la canela y el limón, y volvemos a ponerla al fuego (a baja temperatura), añadiendo el azúcar y removiendo hasta que se disuelva bien. En el vaso de leche que habíamos reservado disolvemos la maicena y la incorporamos a la mezcla anterior, dejándola otra media hora al fuego. Removemos para evitar que se pegue y que vaya espesando. Lograda la textura deseada, volcamos el contenido en un molde cuadrado o redondo y lo introducimos en la nevera durante unas tres horas. Cortamos la leche frita en cuadrados, la pasamos por harina y huevo y la freímos, en aceite muy caliente, por los dos lados. Una vez doradas, las sacamos y espolvoreamos con azúcar y canela. Ideales tanto frías como calientes.

Filloas

Ingredientes: Medio litro de leche, medio litro de agua, 500 gramos de harina, 100 gramos de azúcar, 2 huevos, tocino de cerdo o mantequilla y sal.

Así se prepara: Batimos los huevos con la leche, el agua, el azúcar y un pellizco de sal. Añadimos poco a poco la harina, removiendo bien para que vaya espesando y no aparezcan grumos. Dejamos reposar la mezcla una hora. A continuación, untamos una sarten con un poco de tocino o mantequilla y la ponemos al fuego a temperatura media. Con un cazo, vertemos un poco de masa hasta que cubra el fondo. Cuando veamos que la masa deja de estar líquida, con la ayuda de una espátula o con los mismos dedos (cogiendo por los bordes, pero con cuidado, que quema) damos la vuelta a la filloa para que se dore por el otro lado. Una vez hecha, la sacamos y la podemos rellenar de mermelada, crema de cacao, nata o trozos de fruta. Sola, con un poco de azúcar glas por encima, también están excelentes.

Orejas de carnaval

Ingredientes: 500 gramos de harina, un vaso de agua, 125 gramos de azúcar, 2 huevos, mantequilla, ralladura de limón o naranja, aceite y sal.

Así se prepara: Mezclamos en un bol los huevos con el agua, el azúcar y un pellizco de sal. Añadimos a continuación la ralladura de limón o naranja y la margarina o mantequilla. Incorporamos la harina poco a poco. Removemos hasta lograr una masa blanda que dejaremos reposar unas dos horas. Pasado este tiempo, estiramos la masa sobre una superficie lisa, dejándola lo más fina posible. Cortamos trozos en la forma que deseemos y los freímos en abundante aceite muy caliente. Freir por ambos lados hasta que las orejas queden huecas y crujientes. Las dejamos escurrir en papel de cocina y espolvoreamos con azúcar glas.

Casadielles

Ingredientes: 250 gramos de harina, 100 gramos de mantequilla o margarina, un vasito de vino blanco, un vasito de agua, 100 mililitros de leche, una cucharadita de levadura, 500 gramos de nueces molidas, 250 gramos de azúcar, anís y aceite.

Así se prepara: Primero hacemos el relleno. Para ello, mezclamos las nueces con el azúcar y el anís hasta formar una pasta. A continuación nos ponemos con la masa. Mezclamos la mantequilla o margarina con la leche, el agua y el vino blanco. Añadimos a este preparado la harina con la levadura, poco a poco. Batimos hasta conseguir una masa elástica, que extenderemos sobre una superficie lisa y enharinada con la ayuda de un rodillo, dejándola muy fina. Cortamos en rectángulos, rellenamos con la pasta de las nueces y cerramos los pastelillos presionando con los dedos o un tenedor. Freimos los casadielles en abundante aceite, a fuego medio y por ambos lados, hasta que queden dorados. Sacamos, escurrimos en papel de cocina y espolvoreamos con azúcar.