El resfriado o catarro es una enfermedad muy común en el ser humano. Según la estación del año, está producida por un virus del género rinovirus o coronavirus, y afecta a las vías respiratorias. Sus síntomas se manifiestan en forma de tos, estornudos, molestias en la garganta y cogestión nasal. Esta afección, aunque no es grave, sí es muy molesta y puede traer consigo complicaciones de mayor relevancia, sobre todo, entre grupos de la población tales como ancianos, niños o mujeres embarazadas. En este sentido, los zumos de cítricos, que contienen polifenoles antivíricos, gracias a su composición rica en vitamina C y minerales, ayudan a nuestro sistema inmunitario, reforzando las defensas y previniendo los resfriados.

Por ello, es recomendable, y más aún durante los meses más fríos del año, que se intensifique el cuidado de nuestra alimentación, consumiendo más zumos como una forma fácil y rápida de aportar a nuestro organismo los nutrientes que necesita.

Cuando bebemos zumos, tanto recién exprimidos como algunos envasados que conservan casi en la misma medida todas las vitaminas y minerales, estamos completando de un modo sano y fácil (compatible perfectamente con la vorágine del día a día) las raciones de fruta y verdura que nuestro cuerpo necesita y, de este modo, conseguimos tener una dieta sana y equilibrada. Además, los zumos previenen y son útiles en el tratamiento de muchas enfermedades. Por ejemplo, el zumo de naranja está muy recomendado para prevenir y paliar la incidencia de enfermedades neurológicas, como la osteoporosis (debido a su alta composición en calcio). Además, tiene un gran poder alcalinizante (por lo que su consumo es eficaz contra el ácido úrico) y protege contra el envejecimiento de la piel, debido a su acción antioxidante.