Cuántas veces hemos frito un filete de ternera y este se nos ha quedado seco y duro. Parece una cosa sencilla, pero lograr que un buen filete esté jugoso y sabroso tiene su miga. A continuación te desvelamos los errores más comunes que debes evitar para que no te quede como una zapatilla.

Error: Comprar cualquier filete.

Consejo: El lomo y el solomillo son las mejores zonas. También son muy sabrosas la cadera o babilla; la ternera blanca, aquella que solo ha tomado leche y se ha sacrificado antes de los 8 meses, y la ternera de novillo, de entre 14 meses y 3 años de edad.

Error: No tener en cuenta el grosor.

Consejo: Hay que huir de los filetes demasiado finos. Pide al carnicero que te lo corte con un grosor entre medio y un centímetro para que los jugos se mantengan.

Error: Freírlo recién sacado de la nevera.

Consejo: La carne debe estar a temperatura ambiente -al menos 20 minutos- antes de ponerla en la plancha. Si freímos el filete recién salido del frigorífico no quedará jugoso porque no se cocinará de manera uniforme.

Error: Plancha poco caliente.

Consejo: Lo ideal es freír el filete en una plancha, pero también se puede hacer perfectamente en la sartén. Unta la plancha o sartén con la grasa sobrante o, si no tiene, con unas gotas de aceite. La carne se quema a los 200 grados, por lo que hay que echarla antes de que alcance esa temperatura.

Error: Darle muchas vueltas.

Consejo: No hay que marear el filete. Con una sola vuelta basta. No lo dejes más de un minuto y medio por cada lado. Este tiempo se puede ampliar en función del grosor. Si queremos la carne al punto o muy hecha, tras dorar cada lado bajaremos el fuego para que quede por dentro a nuestro gusto.

Error: Aplastar la carne.

Consejo: El filete no hay que aplastarlo nunca durante la cocción, ni agujerearlo como acostumbran algunos. Con esto solo conseguimos que pierda sabor.