Aunque España es uno de los países donde más pasta se consume, lo cierto es que muchas personas no sabemos cómo debe prepararse para respetar el producto, tal y como hacen los italianos que sienten máximo respeto por este alimento.

Los españoles consumen una media de 4,9 kilos al año -muy lejos de los italianos que consumen 28 kilos por persona- al menos un 28 % de la población la cocina una vez a la semana, aunque una amplia mayoría (41%) asegura que lo cocina dos veces por semana, e incluso un 22% afirma que tres veces por semana.

Estos son algunos de los datos que se desprenden del estudio 'Españoles y pasta', elaborada por el pastificio Lucio Garofalo, fábrica artesana italiana de Gragnano (Nápoles), que además nos ha explicado cómo se debe cocinar la pasta y qué no debemos nunca hacer con ella.

¿Hay que echar aceite a la pasta?, ¿se escurre bajo el agua fría?, ¿combina bien la pasta y el pollo?, ¿lleva nata la salsa carbonara? o ¿cuándo hay que incorporar la sal? Estas son algunas de las dudas que nos pueden surgir a la hora de preparar un plato con pasta.

Cómo cocinar la pasta

Aunque cocinar pasta es un proceso sencillo, según explican desde el pastificio Lucio Garofalo, es necesario tener presente una serie de puntos para obtener los mejores resultados:

-Si la pasta va a ser plato único, debemos cocinar 120 gramos por persona. Si hay un segundo plato, la cantidad recomendada es 90 gramos.

-Utilizar una olla suficientemente grande para evitar que la pasta que se pegue.

-Utilizar mucha agua: aproximadamente, seis tazas de agua por cada ración de 120 gramos.

-Agregar 1 cucharada de sal cada 480 g de pasta. La sal le da sabor a la pasta y ayuda a que el resultado final sea sabroso.

-Introducir la pasta cuando el agua esta hirviendo fuertemente. Removerla para evitar que se apelmace. Si se agrega la pasta antes de que el agua este hirviendo, esta soltara el almidón y se pegara.

-Tapar la olla hasta que el agua empiece a hervir de nuevo. A continuación, destaparla y remover la pasta regularmente durante todo el proceso de cocción.

-El tiempo óptimo de cocción es de 10 a 12 minutos, aunque en todas las referencias encontraras una indicación con el tiempo de cocción adecuado, cada forma tendrá unas indicaciones diferentes. La única forma de saber el momento exacto en que la pasta esta 'al dente' es probándola.

-Escurrir en un colador la pasta sin secarla completamente, y devolverla, rápidamente, a la olla o recipiente donde tengamos preparada la salsa pertinente.

-Una vez colada, servir la pasta inmediatamente con su salsa elegida, previamente, calentada.

Qué no debes hacer con la pasta

-Al agua de cocer la pasta no puedes echar aceite o cualquier otro ingrediente que no sea sal.

-No se puede enjuagar la pasta con agua después de escurrida, ya que perdería casi todo su almidón y nutrientes.

-No se te ocurra partir los spaguetti.

-Los italianos consideran un pecado consumir la pasta cocida el día anterior.

-Nunca se combina la pasta con pollo, y la carbonara no lleva nata, ni bacon.

-La pasta no debe nadar en salsa, cada plato tiene su medida de salsa.

-Tampoco debes esperar horas para comer la pasta una vez cocida. Los italianos comen la pasta en el momento y en el caso de que se demore su consumo, se puede reservar el propia de agua de cocción.

Hay vida más allá del macarrón

En relación a la versatilidad de este producto, el chef italiano Gianni Pinto apunta que en España el tomate y queso siguen siendo la estrella de las salsas (40%), seguida de la bolognesa (28,5%) y la carbonara (18,7%). Sin embargo, en Italia la pasta se combina con cualquier ingrediente o método de elaboración. "Puede ser con una salsa sencilla, con una elaborada, fresca, seca, al horno, en sopa o con legumbres", afirma.

Si en España, el spaghetti (90,5%) y el macarrón (92%) son los cortes mayoritariamente utilizados, en Italia existe un extenso surtido de formas de pasta, que combinadas con las innumerables salsas existentes convierten a la pasta en un plato de gran versatilidad.

Según explican existen más de 120 formas de pasta diferentes. La pasta larga (spaghetti, linguini, capellini, fusilli lunghi..) y la pasta corta (penne liscie o rigate, rigatoni, elicoidali, radiatori, fusilli, etc) proporcionan un amplio abanico de posibilidades gastronómicas.