La edad no perdona y llegados a cierto punto hay que empezar a cuidarse. Si estás a punto de embarcarte en el trepidante mundo de cumplir cuarenta años, si quieres mantener tu cuerpo de treinta y si la prevención de ciertas enfermedades es tu prioridad, sigue leyendo. Porque aunque ahora digan que los 40 son los nuevos 30, la naturaleza es sabia y deja que tu cuerpo avance. Así, más allá de la edad mental de cada uno, el cuerpo comienza a experimentar unos cambios que hay que afrontar y asumir, y en algunos casos paliar.

Estamos en el país de la dieta mediterránea, del buen comer... aunque cuidarse debe ser una prioridad a ciertas edades. Si con 30 notabas que todo no estaba tan terso y quieto como con 20, con 40 te darás cuenta de que adegazar ya no es un objetivo, si no que es un imposible, y que las probabilidades de padecer alguna enfermedad grave son mayores.

Los problemas cardiovasculares y el cáncer son una sombra muy alargada que acecha a cualquiera, pero es a partir de esta edad cuando se está más predipuesto a padecer estas enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que en 2035 se diagnosticarán 40.000 casos nuevos de cáncer. De hecho, es la principal causa de muerte entre las mujeres de 40 a 50 años, seguido de las enfermedades del corazón, la diabetes y el derrame cerebral. Las cifras superan ya las estimaciones que se habían hecho para 2020.

Pero como con todo,a través de la alimentación y la vida sana las cosas pueden ir a pedir de boca. Si añades a tu dieta los siguientes alimentos y reemplazas algunos de los que estás tomando pueden ayudarte a evitar problemas durante los cuarenta y en adelante.Frambuesa

La frambuesa goza de unas cualidades perfectas para incluirla en la dieta. Su alto contenido en fibra es perfecto para prevenir los problemas relacionados con la mala digestión, ya que mejoran el tránsito intestinal. Y es que las enfermedades con respecto a la salud intestinal pueden ser varias llegados a la madurez. Según los expertos, comemos menos de 10 gramos al día de fibra dietética, cuando deberíamos ingerir entre 20 y 30 gramos.

También es una gran fuente de vitamina C, tiene efectos antioxidantes e interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.

Las personas con Síndrome de Colon Irritable o Síndrome de Barret pueden desarrollar enfermedades crónicas tales como el cáncer de colon y esófago si no tienen una buena ingesta de este tipo de fibra. Ya sea con el postre, en alguna ensalada o como aperitivo no le niegues espacio en tu dieta a esta fruta.

Lentejas

Parece que no es un alimento que guste a muchos, pero lo cierto es que esta legumbre, como casi todas en general, también es una gran fuente de fibra ayudando a hacer la digestión. Además, ayudan a disminuir los niveles de glucosa en sangre. Las lentejas también evitan la formación de piedras en los riñones, combaten el cansancio mental y físico y son excelentes para cuidar la vista.

Estudios recientes han demostrado que las legumbres reducen el riesgo de enfermedades isquémicas y cáncer colorrectal, controlan la hipertensión arterial y favorecen la pérdida de peso. O lo que es lo mismo. Las legumbres son perfectas para una dieta sana y ayudan a adelgazar

Calabaza

Ya sea en zumo, en puré o incluida en alguna suculenta receta, lo cierto es que este alimento es bueno para muchísimas cosas. Además de ser, como sus compañeros de lista, una gran fuente de fibra, tiene propiedades antiinflamatorias. Contiene betacarotenoque también puede transformarse en vitamina A en el organismo, lo que es vital para regular y equilibrar nuestro sistema inmunológico.

Pero sus beneficios van más allá. Su ricas pipas son perfectas también para la salud. Son especialmente ricas en propiedades emolientes, antiinflamatorias, cardiovasculares, antioxidantes y antiparasitarias. Son realmente conocidas por sus beneficios para cuidar y proteger la próstata y la vejiga. Además, producen serotonina, el famoso neurotransmisor del bienestar y la serenidad.

Tomates

El tomate es otro aliado contra el cáncer de próstata. Gracias a esta hortaliza, se reduce el 25% de padecer esta terrible enfermedad. Pero no es esto lo único bueno con lo que cuenta. Su color rojo intenso se debe a su contenido en licopeno, una sustancia antioxidante que ejerce un efecto protector frente a un gran número de problemas cardíacos.

Además, el tomate es bajo en sodio, algo muy recomendable en personas con hipertensión, y es muy bueno para ayudar en la digestión, ya que contiene sales orgánicas ácidas, concretamente malatos y citratos. Según los expertos, al ser cocinados los tomates ofrecen más antioxidantes al cuerpo.

Aguacate

El buen aporte de potasio de los aguacates los hacen importantes para el buen funcionamiento del sistema muscular, y el magnesio junto con la vitamina B6 favorecen a nuestro sistema nervioso. Su contenido en carotenoides también nos ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico.

Por otro lado, el aguacate es rico en ácido oleico, o lo que es lo mismo, en grasas saludables, por lo que siempren deberían estar presentes en las dietas. Algunos estudiosos aseguran que los beneficios de sus grasas saludables van un oquito más allá acabando con el colesterol.

La realidad es que, si en un momento de hambre o ansiedad, en vez de comr cualquier cosas se toma algo de aguacate mucho mejor. Llena antes el estómago saciando el hambre.

Nueces

Sustituir las grasas por estos frutos secos ayuda a restablecer la función endotelial, que es el mecanismo que facilita la dilatación de las arterias y por lo tanto, del flujo sanguíneo. El consumo de nueces reduce también el colesterol. Además, puede ayudar a reducir no solo el riesgo de cáncer de próstata, sino también de cáncer de mama.

Este fruto seco también es útil para prevenir el riesgo cardiovascular, dado que contienen una elevada cantidad de ácidos grasos omega-3. Además son una importante fuente de hierro, un importante aliado de los procesos cognitivos y en la formación de glóbulos rojos.

Salmón

Como las nueces, el salmón es otra buena fuente de Omega 3. Al contrario de lo que piensa la gente, la cantidad de grasa de la que goza este pescado azul es perfecta para la dieta por incluirlo. Y es que, muchas veces asociamos grasa con engordar, pero no nos damos cuenta de que lo que realmente engorda son las grasas saturadas.

Así, un estudio afirmaa que algunos ácidos grasos Omega 3 que tiene el pescado pueden ayudar a fortalecer la masa muscular, que en la gente mayor de 40 años se reduce entre un 0,5 y un 2 % cada año.

Aceite de oliva

Es el oro líquido por excelencia y el orgullo de la gastronomía de nuestro país. Pese a que algunos han querido desprestigiar su valía como alimento sano en los últimos tiempos, el aceite de oliva ayuda a vivir más tiempo y a tener una buena barrera contra las enfermedades del corazón.

Tomarlo en ayunas ayuda a mejorar el funcionamiento del aparato digestivo, reduce la formación de cálculos biliares y ayuda a disolver y expulsar la piedras del riñón, adelgaza e incluso puede ser útil para dejar de fumar o como medio natural para combatir la resaca.

Col rizada

Una taza de col rizada posee 36 calorías y está libre de grasas. Está cargada de de ácido alfalipoico, un antioxidante que ayuda a tu cuerpo a convertir la glucosa en energía, por o que previene el azúcar en sangre, es decir, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, glaucoma y otras enfermedades.

Por otra parte, en la col rizada encontramos un compuesto que combate bacterias dañinas pata el estómago, por lo que es muy buena para la digestión.