Los fuegos de artificio iluminaron la noche de Elda cuando la imagen del Cristo del Buen Suceso llegó a la altura de la calle Juan Rico procedente de la iglesia de Santa Ana. Eran las nueve y la procesión seguía. Una hora después el sonido hueco del último cohete lanzado al cielo firmaba la despedida y cierre de las Fiestas Mayores con las que la capital del Medio Vinalopó honra, cada septiembre, a la Virgen de la Salud y al Cristo del Buen Suceso.

El programa de actos de ayer fue idéntico al del día anterior en los festejos de la mañana. Santa Misa a las ocho y después Solemne Eucaristía que ésta vez fue oficiada por Moya Grau. Y, tras los tradicionales vítores en el templo a los Santos Patronos y a toda Elda, había que soltar los globos -rojos en esta ocasión- en el Ayuntamiento, en el Mercado y en la Plaza Mayor, donde también ayer explotó por sobrecalentamiento uno de los dos grandes que iba a lanzarse al cielo con otros 50 pequeños más.

Y luego a tomar el aperitivo a la Plaza Castelar con el tamaño de los globos -que algunos esperaban mucho mayor- como tema obligatorio de conversación. También tocaba hacer cola para conseguir un mezclaico y un relleno a un euro la ración que, por cierto, ha tenido una gran aceptación. Pero ésta vez ya no se escuchaban en los jardines del Casino Eldense las coplas de Los Caracoles. Los Marchosos de Petrer los han sustituido este año, de momento.

La música que sí sonó, y mucho, fue la de los 1.500 metros de traca del mediodía que volvió a llenar las calles de humo, fuego y miles de corredores y espectadores ávidos de emoción y diversión. La otra música sonó gratis total en la madrugada del domingo con la orquesta Génesis en la Plaza Castelar y con la Fiesta 40 Principales que dejó bastante mal parado el césped del Pepico Amat.

Los Santos Patronos ya descansan en el templo parroquial a la espera de que llegue el próximo septiembre y su cofradía siga recuperando tradiciones perdidas.