Los embajadores del bando de la media luna, los Moros J'Alhamed, no quisieron dejar pasar este año sin rendir homenaje al Pacto de Teodomiro que cumple 1.300 años y recrearon con un gran espectáculo visual y rítmico este trozo de historia del pasado de la ciudad.

Antes de que los protagonistas de la noche pisaran las calles, la Armengola Asun Ruiz, fue el centro de atención de todas las miradas del público en su primera aparición en solitario aunque escoltada por una fila compuesta por amigas, antiguas armengolas, la edil de Fiestas Carolina Gracia y miembros de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina así como su propia fila, la de las Negras Egipcias de la que ha sido cabo durante 23 años. Tras la heroína, el boato de Martínez alcanzó el protagonismo con un cuerpo de baile que acompañaba a la primera carroza de la noche y que representaba el escudo de la comparsa. Antes de que comenzara la representación de aquel pacto, hicieron su entrada las abanderadas Belén y Lali Mula y el abanderado infantil Enrique Haro montados en dromedarios a y escoltados por la fila Al-Jarida.

Los moros que ya mostraban todo su potencial fueron amenazados por dos filas invitadas de los Caballeros del Rey Fernando -Guerreras y 91- que defendieron las murallas cristianas de Abd al-Aziz cuando se acercaba al reino con ayuda de grandes catapultas y del cañón Sulayman. Este acto de valentía hizo que el moro, representado anoche por el embajador J'Alhamed de 2003 Antonio Gutiérrez, aceptara llegar a un acuerdo y firmara el Pacto de Teodomiro que ayer también se representó en una gran carroza con el mapa del reino de Aurariola -Orihuela- y las siete ciudades que lo componían.

Con el pacto ya firmado, a Abd al-Aziz solo le quedaba entrar en un reino donde ya convivían en paz cristianos y musulmanes Lo hizo por la Puerta de la Olma y por supuesto porque tenía en su poder las llaves de la ciudad.

Alhambra

Antes de llegar al palacio del embajador, los Moros J'Alhamed recordaron a todos los socios que han fallecido en los últimos diez años con banderines que llevaban bordados sus nombres y el escudo de la comparsa. La fila In Memoriam iba acompañada por las filas Aisha y Alkassar. Pero pronto llegó el protagonista de la noche, Martínez precedido por su harén y acompañado de su favorita, Fini Martí y sus dos hijas, sobre el Patio de los Leones de la Alhambra recreado en una gran carroza que estuvo escoltada por las filas J'Alhamed y la Sulayman. Una aparición que puso fin a una embajada donde cada elemento tenía su significado y que buscaba realizar la historia de la ciudad.