La programación oficial de los Reyes Magos ya está en marcha en Alcoy, una ciudad que vive de manera muy especial este evento, después de que en al mediodía de ayer los pastores protagonizaran la tradicional adoración ante el portal de Belén. Centenares de personas, niños en gran parte, se sumaron al desfile de Les Pastoretes, que finalizó con los típicos bailes en la plaza de España.

La actividad es así muy sencilla y muy típica de la Navidad cristiana, ya que escenifica las ofrendas que los pastores hicieron ante el portal de Belén. En Alcoy, el acto se denomina Les Pastoretes y suele celebrarse -si el calendario lo permite- en el domingo que queda entre Navidad y las festividad de Reyes, congregando siempre a centenares de niños, los carros engalanados, los grupos de baile de las entidades Carrascal y Sant Jordi y el ganado de borregos, una ambientación necesaria en este evento.

La edición de 2013 tuvo ayer las características habituales, sin aportar novedad alguna desde el punto de vista organizativo, salvo la recuperación del desayuno típico con «rostida» incluida en la plaza de España, en los prolegómenos del desfile, en tanto se preparaba la organización. Esta actividad se había suprimido hace dos años, vinculándose a la romería de la Virgen de los Lirios, pero el grupo Carrascal ha decidido retomarlo para el presente ejercicio.

Al mediodía, conforme a lo previsto, la comitiva arrancó desde El Partidor, con la ambientación de la Corporación Musical Primitiva, que interpretaba «L'Entrà dels Reis», la marcha por excelencia de los Reyes Magos en Alcoy y que ya es centenaria.

Por detrás se situaron los grupos de danzas, aportando ambientación no sólo musical sino también escénica, fruto de los ensayos preparados en los últimos tiempos, pero siempre dando preponderancia a las secciones infantiles, algo que hicieron ayer una vez más los grupos Carrascal y Sant Jordi.

Los niños también tuvieron a su disposición los carros engalanados con los que pudieron efectuar el recorrido, configurando la estética habitual de este desfile, de ambientación marcadamente rural. En los carros se incluían las simbólicas cosechas que los pastores, al igual que los agricultores, llevaban al portal de Belén para la ofrenda. Todo el cortejo se cerraba por el ganado de borregos.

Una vez todos en la plaza de España, se efectuaron bailes y se formalizaron las ofrendas en el portal, ante numeroso público.