Ya no necesitas un título nobiliario para sentir en tus propias carnes cómo vivían antaño los príncipes y los señores. Fortalezas, palacios y, también, castillos abren sus portones para que cualquier viajero pueda descansar como un auténtico rey.

La larga línea dinástica de las diversas casas reales españolas ha ido dejando a lo ancho de todo el país un selecto rosario de casas y palacios que en su día dieron cobijo a monarcas y hoy en día están a disposición de todos aquellos que quieran disfrutarlas gracias a la reconversión realizada por Paradores de Turismo.

Parador de Gredos

Sin apenas remontarse en la Historia el Parador de Gredos, en la provincia de Ávila, el primero de la red, no sólo dio acomodo a Alfonso XIII sino que fue ese monarca quien impulsó su creación y con ella la fundación de lo que había de convertirse una cadena de establecimientos con todos los lujos y comodidades en edificios de características singulares.

Palacio de Olite

Algo más al norte, en el navarro Parador de Olite, también podemos alojarnos en un palacio-castillo del siglo XV habitado por el Rey de Navarra, Carlos III 'El Noble'.

Sus estancias dejaron en un momento de tener la predilección real y por ello se construyó el Palacio Nuevo, actual castillo. Pero hasta que eso ocurrió, entre sus muros de piedra habitaron testas coronadas, entre ellas, la Reina Leonor de Trastámara.

Hoy el Palacio Viejo es un parador que esconde rincones de atmósfera medieval y dispone de alojamientos singulares como la habitación real que dispone de dos camas con dosel y una impresionante chimenea de piedra original.

Esta habitación, que lleva el nombre de aquella reina está decorada en terciopelo rojo y cuenta con una bóveda de 5 metros de altura, vidrieras emplomadas y sus arcadas propias del medievo que buscan llevar a los huéspedes a un placentero viaje al pasado pero con las comodidades del siglo XXI.

Castillo de Carlos V, en Hondarribia

Siguiendo la ruta por el norte, el pueblo costero de Hondarribia ofrece otra oportunidad de alojamiento regio en su Parador, también llamado 'El Emperador' o Castillo de Carlos V.

Es una recia construcción defensiva en sus orígenes que sirvió de residencia en 1660 a la familia real española durante los esponsales de la infanta con el futuro rey francés Luis XIV, un fasto celebrado en la cercana Isla de los Faisanes.

En este castillo, sin embargo, la habitación más representativa y espaciosa conmemora a una regente posterior la Reina Maria Cristina. Es una suite, con una imponente cama de dos metros de lado coronada con dosel y en la que destacan las vistas de la desembocadura del río Bidasoa que se avistan desde su ventana.

Personajes como el Almirante Oquendo hasta el Duque de Alba, pasando por Garcilaso de la Vega, el Marqués de Spínola y otros muchos, dan fe de que las paredes de este palacio, están llenas de historia.

De Oriente a Occidente

En la provincia de Cáceres se encuentra el Parador de Jarandilla de la Vera, ubicado en un castillo-palacio medieval del siglo XV donde vivió durante meses el emperador Carlos V antes de retirarse a Yuste.

Entre gargantas de agua, piscinas naturales, bosques de castaños y robledales y paisajes naturales, se descubren los torreones y la vista del patio de armas mientras se disfruta de la cocina extremeña.

Parador de Lerma

También en Burgos se encuentra un aposentamiento de lujo, el Parador de Lerma, buen ejemplo de que la opulencia y lo rural pueden perfectamente ir de la mano.

Se trata de un hotel de 4 estrellas que se encuentra en el punto más alto de la ciudad, en el antiguo Palacio Ducal, construido en el siglo XVII por encargo del primer Duque de Lerma como aposento, lugar de reposo y divertimento para su señor, el Rey Felipe III.

A lo largo del año este enclave ofrece algunas actividades para sus clientes y forma parte de varios itinerarios de la red pública hotelera, como la 'Ruta del Camino del Cid' o la 'Ruta de los Vinos de la Ribera del Duero'.