Si de algo puede presumir Mutxamel, además de sus productos de la huerta, es de contar con un gran patrimonio hídrico con siglos de historia. Instalaciones y obras de ingeniería que es necesario conocer y explorar para saber cómo se vivía en la antigüedad y cómo la economía local estaba ligada al aprovechamiento del agua. Es por esto, que os proponemos una pequeña ruta por las principales construcciones hidráulicas que siguen el cauce del río Seco, instalaciones que en algunos casos se han ido rehabilitando y reformando para luchar contra el paso del tiempo y asegurar su integridad arquitectónica, debido a que algunas se remontan al siglo XIII.

Se trata de un recorrido de baja dificultad y con una longitud de unos 2 kilómetros que se pueden recorrer en una hora aproximadamente (solo ida). Pero aún así es recomendable llevar calzado cómodo, protección para el sol, almuerzo y agua, ya que al final del itinerario hay una área recreativa para con mesas de picnic para disfrutar de un día en el campo con los amigos o con la familia.

La ruta comienza en el azud de Sant Joan. Y... ¿qué es un azud? Pues es una pequeña presa que se utilizaba para derivar el agua del río a las diferentes acequias de la huerta. Para llegar a este primer hay que ir en dirección Xixona por la CV-800 y coger el desvío hacía Bonalba. Al llegar hay una pequeña zona en la que se puede aparcar en la que se encuentra un panel explicativo con información sobre los azudes.

El azud de Sant Joan, situado entre Mutxamel y El Campello está construido con sillares y tiene una altura aproximada de nueve metros. Si tienes la suerte de visitarlo cuando llueve, podrás ver como cae el agua por su estructura y sigue su curso hacia El Campello. Todo un espectáculo. Además, en uno de los laterales se encuentra la casa mata o casa de compuertas, cuya función era regular el volumen de agua entrante; y el muro que protege el acceso a la acequia del Gualeró, un canal de riego cuya construcción varios historiadores datan en el siglo XIV y que se utilizaba para abastecer a la zona de cultivo.

Siguiendo el cauce del río y el sendero que une el azud de Sant Joan con el de Mutxamel, llegarás al punte de Bonalba. En este lugar, si el río lleva agua no se podrá pasar directamente, por lo que deberás subir a la carretera y volver a bajar. Y tras cruzar otro puente, el de Busot, llegarás a la acequia que se adentra en la ladera para llevar el agua hacia el Pantanet, una infraestructura de más de 130 años.

A continuación, el próximo elemento hidráulico que encontrarás será el llavador d´arena, que se utilizaba para separar, con agua a presión, la grava de la arena más fina, para ser utilizada en la construcción. Y tras cruzar el Pont dels Cinc Ullals, llegará al azud de Mutxamel, también conocido como azud de les Fontetes o Assut Vell. Esta joya de la arquitectura hidráulica se construyó en el siglo XIII para aprovechar el agua del río Seco para la huerta mutxamelera. En este punto, el último del recorrido, podrás conocer els lladres del azud, que servían para regular la cantidad de agua que entraba en las acequias y evitar así posibles inundaciones; la casa del azutero que se encuentra casi derruida a la espera de ser restaurada por la administración local; la casa de compuertas con el mecanismo de apertura y cierre; el aliviadero y las acequias.

En la parte de arriba del azud de Mutxamel se encuentra el área recreativa de La Sabateta, donde se puede almorzar tras la excursión o incluso comer y pasar un día de campo tras la visita. Una vez hayáis repuesto fuerzas, tendréis que volver a realizar el itinerario de forma inversa para recoger los coches. Esta ruta del agua también se puede realizar a la inversa y empezarla desde la Sabateta, siguiendo la dirección del agua.

Recomendaciones:

Usa calzado deportivo, cómodo y resistente.

Protégete del sol y lleva agua.

No abandones la senda.

Camina con precaución.

Respeta a los animales y a las plantas.

No tires basura al suelo. Guárdala para tirarla después.

No enciendas fuego.

Respeta los elementos arquitectónicos, tienen siglos de historia y mucho valor patrimonial y emocional.