El Festival de Mérida presentó su balance y todo son buenas noticias. Las recaudaciones han rebasado los 2 millones de euros. Y el saldo final ha dado un superávit en torno al medio millón.

.Jesús Cimarro es un lince. Convirtió el Festival en un evento mediático. Coló sus estrenos en todos los Telediarios. Pero quería referirme un instante a los Premios Ceres, que el propio Cimarro organizó como la gran fiesta teatral al final del evento. La ceremonia dejó de celebrarse hace un par de años, según argumentó la Junta de Extremadura, por el elevado coste que suponía su organización. Y no diré yo que fuese una velada barata.

¿Pero acaso no merecíamos ese festín los aficionados? Me refiero a los Premios Ceres, no tan to para los que los seguían desde Mérida, sino para los espectadores televisivos. ¿No nos merecíamos ese oasis a finales de agosto? TVE, reconozcámoslo, maltrató los Ceres. Se los llevó a La 2.

Pero eso no es lo peor. Los daba en diferido y de madrugada. Vamos a poner el ejemplo de los recientes Premios Platino que se celebraron en julio en Madrid. TVE los dio en directo y en La 2. De acuerdo que el «jefe» de la entidad organizadora era Enrique Cerezo , el hombre que lo puede todo. ¿Pero creen que los Platino tienen más audiencia y más gancho que los Ceres? En absoluto.

Baste un ejemplo. Esa noche, en los Platino, premiaron como mejor actor a Óscar Martínez , protagonista de El ciudadano ilustre . Ese mismo fin de semana la distribuidora estrenó su nueva película, Inseparables , con tal de aprovechar el tirón mediático de estos premios, y dado que el actor vendría a Madrid. La película fue invisible. La vimos cuatro. ¿Habrá Ceres en 2018? Que alguien lo aclare. Recordemos que la inversión en cultura y su difusión es muy necesaria. Que hay que relativizar los números rojos.