No quiero dejar pasar la final de Tu cara me suena, que el viernes pasado culminó con éxito su sexta edición. Antena 3 dio con una piedra diamantina que ha sabido mantener gracias a un equipo en estado de gracia. Es uno de esos programas de entretenimiento que cumple con creces su función, y lo hace alcanzando a un espectro de audiencia amplio, eso que se conoce como programa para toda la familia.

El día de emisión es otro de los aciertos porque la duración de este tipo de formatos es tan maratoniana que otro día de la semana podría causar estragos ya que habría que combinar trasnoche con trabajo y colegios al día siguiente.

El jurado de Tu cara me suena, con Ángel Llacer, Lolita Flores, Chenoa y Carlos Latre, y a pesar de profesionalizar la banalidad y la laxitud crítica, hace su papel en el mismo tono de lo que se pretende, echar un rato de buen rollo ante la tele y sin tener que escupir veneno y fingida tensión como hacen otros colegas de la competencia.

La sexta edición deTu cara me suena la ganó, y según todas las opiniones con justicia, el cantante y actor Miquel Fernández -Mar de plástico, Amar en tiempos revueltos, y ahora en la adictiva Fariña, también en Antena 3, donde interpreta al juez Garzón, con un nuevo capítulo mañana miércoles-, elevando el programa al cielo de los trabajos más que bien hechos.

Vi la repetición el domingo por la mañana, y es verdad que después de seis temporadas no sólo no ha perdido vigor sino que ha ganado potencia y emoción. Ver a Luz Casal diciéndole a Roko, que la imitó cantando Besaré el suelo, que lo había hecho mejor que ella misma es un momento para descubrir cómo se ilumina la pantalla.