Alfredo Urdaci regresa al frente de unos Servicios Informativos, esta vez en 13tv. Lo hace 10 años después de dejar TVE, de colaborar en programas de varios medios y de haber llevado la comunicación del constructor Francisco Hernando "El Pocero", una tarea con la que logró que "se hiciera la paz en Seseña".

Una "medalla" que se pone "sin complejos" en una entrevista con EFE, en la que reconoce que ayudar a un empresario "con mala imagen pública" fue un reto complejo y difícil pero que obtuvieron buenos resultados, y es que, asegura, "muchos conflictos se arreglan a través de la comunicación".

Este periodista navarro de 54 años se marca como próximo objetivo conseguir que 13tv -canal de la Conferencia Episcopal Española- sea una "referencia informativa" y se consolide como alternativa a los dos grandes grupos mediáticos del sector, Mediaset y Atresmedia.

Convencido de que en España se hace buen periodismo, echa de menos no obstante un poco de profundidad en televisión, y cree que la mala imagen que la gente tiene de los periodistas se debe a que se dejan contaminar por los políticos y aconseja alejarse de ellos.

¿Cómo afronta su nueva tarea?

Con una gran ilusión, con mucha fuerza, con muchas ganas de competir y de hacer de 13tv una referencia informativa. La temporada se presenta muy intensa, con retos informativos importantes que van a provocar una gran demanda informativa.

Además de director los Servicios Informativos, va a presentar la segunda edición de "Al Día". No es la primera vez que realiza ambas labores a la vez, ya lo ha hecho en TVE. ¿Cómo lo compagina? ¿Prefiere estar delante o detrás de la cámara? ¿Por qué?

Prefiero estar en los dos puntos. Me gusta la vida de la redacción, la motivación de los equipos y el trabajo colectivo. Es un gran reto ponerse al frente de una redacción, estructurarla y sacar lo mejor de cada uno de los integrantes de la alineación. Pero también me gusta ofrecer la información desde la cámara. Contar las cosas de cada día es un reto diario, que hace que la vida profesional sea distinta en cada informativo.

Comenzó su carrera periodística en prensa, luego se incorporó a la radio y posteriormente a televisión. ¿Qué medio prefiere? ¿En cuál se siente más cómodo?

Reconozco mi amor permanente por la radio. Es el medio que más me gusta por la importancia que tiene la palabra, por su capacidad de emocionar al oyente y hacerle partícipe del teatro diario que se despliega en un estudio. La radio es siempre inmediata, fresca, vibrante, y en España es un medio que tiene una gran vitalidad y al que apenas ha afectado la revolución digital.

Además de radio y televisión, también ha sido el máximo responsable de la comunicación del Grupo Hernando durante casi cuatro años. ¿En qué lado prefiere trabajar?

La comunicación empresarial es muy interesante si has tenido la experiencia previa de los medios. Ayudar a un empresario con dificultades de comunicación, con mala imagen pública, fue un reto complejo y difícil. Pero creo que en esos años conseguimos buenos resultados, se hizo la paz en Seseña (Toledo), y eso es algo que me pongo como medalla sin complejos. Al final, lo importante es que tu trabajo sirva para resolver conflictos, y muchos conflictos se arreglan a través de la comunicación y el conocimiento personal.

Ha participado incluso en un programa de monólogos, ¿repetirá experiencia?

¡Por supuesto! La televisión del entretenimiento es muy divertida, se trabaja en un ambiente distendido, y el espectador se ríe y te lo agradece. ¿Qué más se puede pedir?

¿Cómo describe la situación actual del periodismo?

Yo creo que en España se hace un buen periodismo a pesar de las dificultades económicas por las que pasan casi todas las empresas. Echo de menos un poco de profundidad en televisión, y creo que el género del reportaje está un poco apartado. Me gustaría ver más trabajos en profundidad. Muchas veces se ofrece una información superficial, como si el espectador se conformara con la espuma de las cosas.

¿Cuál es el estado de salud de la televisión en España?

En pleno reordenamiento, con canales nuevos, ofertas novedosas y algunas licencias pendientes de concesión. La pública tiene cada vez menos peso y han ganado las ofertas privadas, pero cada vez veo menos oferta plural. Hay grandes sectores de la sociedad que seguro que no se reconocen en la pantalla.

¿Cree que hay sobreabundancia de tertulias? ¿Se debe quizás a que tiene un coste de producción menor que otro tipo de programas?

Las tertulias son baratas, en efecto, y somos un país muy aficionado a la tertulia y a la discusión, pero creo que sí, que hay demasiadas.

¿Qué opina de los tertulianos que van con la camiseta del partido político puesta?

Que son aburridos por previsibles.

13 TV tiene una clara línea editorial, ¿cree que los periodistas deben posicionarse políticamente?

Nuestra línea es muy clara: defensa del derecho a la vida, defensa de la familia y defensa de la dignidad de la persona. Ese es nuestro ideario. Los periodistas deben posicionarse ante la realidad, pero esa no debe ser una posición ordenada desde los aparatos de propaganda del partido, sino desde la conciencia.

¿A qué achaca la escasa valoración que los españoles hacen de los periodistas según demuestran los últimos barómetros del CIS?

Nos contamina la clase política. Los políticos son los grandes generadores de contenidos informativos en España. Eso no pasa en otros países. Debemos alejarnos de esa fuente.

¿Hay autocrítica en la profesión?

Muy poca. En nuestra profesión hay codazos y zancadillas, pero no autocrítica.

¿Cómo ha cambiado internet y las redes sociales el desempeño de la profesión?

Muchísimo. Ahora internet es la gran fuente de información para muchas personas. Internet ha cambiado todas las profesiones, también la nuestra. Nos ha restado valor, nos ha quitado el monopolio de la información y ha desvalorizado los contenidos que ofrecemos.

¿Es compatible la calidad de la televisión pública con la financiación sin publicidad?

Pues sí, al final es una decisión política que alguien debe tomar. Con una financiación estable y suficiente, la televisión pública puede tener una gran calidad.

¿Cómo se garantiza la independencia de la información en la televisión pública?

Dejando que los profesionales trabajen con libertad.