Jorge Javier Vázquez lleva muchos años soñando con subirse a un escenario y cantar. Pronto lo hará. El próximo 4 de septiembre en el teatro Cervantes de Málaga, para debutar después en Madrid, del 17 de diciembre al 6 de enero, en el teatro Compac Gran Via. El comunicador presenta la obra 'Iba en serio', un musical basado en la que fue su primera novela, 'La vida iba en serio', todo un 'best-seller'.

-¿Cómo afrontas este reto?

-No quiero dejarme vencer por el miedo. Tengo muchísimo respeto. Confío mucho en Juan Carlos, confío en los ensayos y en tener tiempo para trabajar. O sea que el calendario está muy marcado para dedicarle tiempo a ensayar, intentar meter la pata lo menos posible, y ahora parezco una señorita de provincias porque dedico mi tiempo en la semana a hacer clases de canto y baile. Solo me falta coser. Quiero enfrentarme trabajando y trabajando.

-¿Qué opina tu madre?

-Mi madre está encantada. En mi familia compartimos un punto de locura todos. Lo que me va a dar mucho más respeto es cantar, aunque ya me estoy atreviendo a cantar.

-¿Vas a dejar la televisión?

-No, en principio no. Supongo que llegará un momento que me plantearé reducir el ritmo de la televisión, pero por el momento tengo contrato con Telecinco hasta los 47 años, y luego me gustaría continuar.

-¿Qué le dices a toda esa gente que está esperando que te estrenes encima de un escenario?

-Es que estoy acostumbrado. A mí me ven todos los días cerca de tres millones de personas, con lo cual no puedo prestar atención a todas las opiniones. Hay una cosa que siempre digo en televisión y es que yo no puedo salir a trabajar condicionado por el 'qué dirán'. Tú tienes que salir a trabajar estando convencido de lo que haces y con el punto de que lo que estás haciendo en ese momento lo estás haciendo lo mejor posible. Hay gente a la que le voy a gustar y va a venir aquí y van a venir a verme y a otra a la que no le gusto y no le voy a gustar en la vida, y contra eso yo no puedo luchar, con lo cual relax total.

-¿Esos 20 años trabajando han sido para llegar a este punto, para subirte a un escenario y convertirte en actor?

-Pues mira, a lo mejor inconscientemente sí porque yo siempre he dicho que mi sueño cuando vivía en Badalona era trabajar en esto, pero no tuve la valentía para hacerlo. A lo mejor he estado estos 20 años preparándome para hacerlo, desde luego a mí me parece como un punto de partida. Cuando llegue aquí con 25 años, me llegan a decir que vas a estar en la Gran Vía y digo en qué estanco, trabajando en qué estanco.

-¿Qué te gustaría decirle desde ese sitio al ministro Wert?

-A mí lo que me produce muchísima tristeza de todo esto es la cantidad de gente con muchísimo talento en este país que no puede trabajar, que no puede montar una producción porque no se puede asumir. A mí me parece muy bien que existan espacios alternativos donde la gente pueda trabajar y pueda mostrar su talento pero no puede ser que la oferta cultural o los actores se tengan que refugiar en sitios donde la gente no les pueda ver.

-Kiti Manver hace el papel de tu madre.

-Para mí que una actriz como Kiti Manver acepte trabajar conmigo me produce una satisfacción increíble. Que para toda la gente que le gusta el teatro y que va al teatro, si no me vienen a ver a mi, que vengan a ver a Kiti. Cuando hago algo me quiero rodear de los mejores. Yo no tengo esa mentalidad de destacar. Yo quiero tener al mejor director, al mejor director musical, a la mejor actriz a mi lado porque eso al final redunda en uno mismo.

-¿Qué ha cambiado para que ahora sí tengas la valentía para subirte a los escenarios?

-:Yo creo que me dio mucho subidón el estar en contacto con la producción de 'Miguel de Molina al desnudo'.

-¿Te la juegas tú económicamente?

-Yo no me la juego. Se la juega la gente que su medio de vida es el teatro. Para mí por ahora no es el teatro, para mí, mi fuente de ingresos es la televisión.

-¿En teatro que considerarías tu éxito y fracaso?

-Un éxito que el teatro estuviera lleno y además que cuando la gente saliera del teatro dijera que bien haber venido a verle, haberse gastado el dinero en la entrada y que buen rato he pasado. La satisfacción de la gente. No me gustaría defraudar y lo que consideraría un fracaso es lo contrario.