La última entrega de ´MasterChef´ fue una de las más románticas y emocionantes de toda la edición. Los concursantes recibieron unas cartas de sus seres queridos en las que les daban ánimos, lo que provocó más una de una lágrima y mucha ilusión.

En una noche llena de llantos y amor, Mireia resultó la quinta expulsada del talent culinario de La1, tras no superar la prueba de eliminación. La murciana acabó recogiendo sus cuchillos después de perder un reto en el que tenían que elaborar un plato sacando el mayor partido posible a las sobras de la comida.

Con estos 'ingredientes' el plato de Mireia se llevó algunos calificativos como el de fallido o repugnante. "Malo, malo. Si alguien tiene que hacer un plato de aprovechamiento con esto, le sale veneno", dijo Jordi Cruz al probar el plato.

Eso sí, la joven se fue del programa con una premisa clara, "a la vida hay que ponerle actitud y si algo he aprendido de mi familia es que hay que sonreírle a la vida", además, como broma, añadió que estaba buscando novio. Frente a eso, Eva González inauguró el casting para los chicos que estén interesados por ella, aunque los requisitos fueron bastante exigentes: "Ser guapo, divertido, progresista y que le guste la música indie".

En una noche en la que todos lloraron, incluidos el jurado y la presentadora, también hubo tiempo para la cocina y la competición. Los concursantes tuvieron que dar de comer a un gran número de caras conocidas del mundo de la moda preparando 1.200 tapas en 130 minutos.

Sin duda, un programa de lo más entretenido en el que Carlos, Lidia y Pablo resultaron los mejores y en el que este último se volvió a consagrar como 'el llorón' oficial de esta temporada.

Pablo,el llorón oficial de MasterChef