Rosario Flores cogió carrerilla en las segundas audiciones a ciegas de 'La Voz Kids'. La coach sumó cinco nuevos talentos a su equipo, frente a los tres que se llevaron David Bisbal y Manuel Carrasco en otra noche de talento desbocado en el plató del concurso de Telecinco.

Una gala en la que las tres estrellas musicales disfrutaron de lo lindo y hasta se pusieron de acuerdo para girarse al unísono con algunos de los jóvenes talentos que pasaron por el plató. Como sucedió con Lily, la hermana pequeña de Raúl 'El Balilla', que con su interpretación de Al Alba logró que los tres sillones se dieran la vuelta al mismo tiempo.

"¿Sabéis de quién soy hermana?", preguntó la niña rauda y veloz para presumir de su hermano, que acudió a la llamada de los tres coaches. Ambos hermanos protagonizaron, sin duda, el gran momento de la noche al cantar juntos y sin música 'Amor de San Juan', un tema de Niña Pastori que puso de pie a todo el público presente. "Me pido al tercer hermano para el año que viene", les dijo Manuel Carrasco a sus contrincantes tras ver cómo la pequeña de siete años se unía al equipo del almeriense.

El concurso musical arrancó con el dúo de armonías entre Cristina y Sara, el primer dueto de esta segunda edición, que no se lo pensaron mucho al elegir a su mentor, Manuel Carrasco, encantado de "llevárselas a pares". El onubense fue el único en darse la vuelta con la actuación de Nil, que quedó prendado con su 'Rise Like a Phoenix', y se emocionó de manera especial con Juanjo, un chaval de 14 años que clavó su interpretación de No dejes de soñar, que tenía reservada una sorpresa para su ídolo, una pulsera de cuero.

Tres fueron también las elegidas por Bisbal. Además de la más joven del clan Balila, Lucía, una valenciana hija de panaderos, que se presentó a las audiciones a ciegas animada por su mayor fan, su hermana Amanda, dispuesta a todo para que la voz de su hermana no se quedara en casa. Evelyn, la gran canaria de 11 años a la que conocimos el año pasado en Pequeños gigantes, se coló en el equipo de David en el último momento y se convirtió en un mar de lágrimas de agradecimiento y emoción.

Fue Rosario la que se llevó el gato al agua y puso carrerilla con su equipo. Poco tardó en girarse al oír el quejío de Toñi, la nieta de Raimundo Amador, que le cautivó con el No dudaría de su hermano Antonio. "Esta niña es una monstrua", comentó a sus compañeros al reconocer a la pequeña, heredera del talento y el compás de su abuelo. No se pudo resistir al Hit The Road Jack que cantó Índigo, a la que esperaba escondido su padre, venido desde Sudáfrica con la connivencia del programa; ni al Mi reflejo de Siria, una niña con ocho años y un talento innato para los giros de voz. También quedó cautivada por La mala costumbre de Pastora Soler en la voz de Nacho, un "cantante de tela marinera", como decía la propia coach, y por la magia desplegada por Hada y su interpretación de Stay, uno de los baladones de la discografía de Rihanna.