Pelayo Díaz se ha convertido en el estilista de moda. Su éxito en el programa Cámbiame ha hecho que su figura se popularice a pesar de que ya era conocido en los círculos de la moda como la mano derecha del reconocido diseñador David Delfín.

Pero como todo en esta vida, hasta que no eres popular en televisión, parece que no das el gran salto a la fama. Ahora en Cámbiame, el exitoso show de transformación de Telecinco que cada día se convierte en trending topic en Twitter, Pelayo ya forma parte de nuestras vidas y se ha convertido en uno de nuestros personajes favoritos.

Y gracias a su entrevista en Lecturas, hemos podido conocer como vive la fama Pelayo Díaz y también su gran referente y la que logró encaminar su vida hacia la moda: su madre. Una entrevista que sin duda, ha hecho que a Pelayo sigamos queriéndole aún más si cabe.

La oveja negra

Estudiar moda, una de las grandes alegrías que le ha reportado en su vida pero sin duda, toda una cruz. Y es que entre que sus padres no lo veían, debido a que no sabían si su hijo triunfaría, fue quizá esa barrera que su querida hermana rompió, zanjando el tema explicando que si eso es lo que quiere Pelayo, adelante.

Y menos mal que no le cortaron las alas. Ahora que ha sido constante, es el claro ejemplo en la familia y no el terremoto que era de pequeño. "Las amigas de mi madre se acercan o le mandan mensajes del tipo: 'Elena, que bien tu hijo. Debes estar orgullosa'", asegura el joven.

Pero "con mi blog, en cambio, no", explica. Y aquí introducimos el tema de la fama y como la lleva Pelayo. Afirma que "siempre he contado lo que he querido de mi lo que yo he querido que sepan", afirma, pero la popularidad no es fácil sobrellevarla.

Y sobre todo, mostrar su personalidad en el programa: "No tenía miedo de ser antipático, pero sí que mi sentido del humor no se entendiera. Tengo un sentido del humor muy irónico. Muy inglés", explica.

Belén Esteban, un ejemplo

"Yo encantado con que la gene me vea y elabore un enlace conmigo, como un cordón umbilical, pero no sé como decir esto sin que suene antipático: en realidad, no nos conocemos", afirma rotundo Pelayo para Lecturas sobre como afronta la fama de la televisión. "De la fama no me molesta nada", asegura con un pero: "caminar por la Gran Vía de Madrid, ya no puedo hacerlo".

Incluso, sorprendentemente toma ejemplo de nada más y nada menos que de Belén Esteban: "Nunca pensé que iba a tomar a Belén Esteban como ejemplo, pero la he conocido y me parece una tía con un sentido común que le falta a mucha gente", asevera.

"Dice que quienes salimos en la tele no somos la Puerta de Alcalá y tiene razón. Hay muchas gente que me pide una foto y tengo la sensación de que no saben quién soy. A veces les pregunto: '¿Cómo me llamo?'. Por ahora aciertan".

La tele cambia

Ya se lo dice su madre: mide tus palabras, no seas bestia, eres un poco intenso. Y ese ímpetu lo descubrimos en Cámbiame: "Cuando digo algo que no debo miro a cámara y le digo a mi directora: 'Anais, cariño...' Y ella: 'Tranquilo que lo cortamos'".

Eso sí, ha aprendido mucho del programa presentado por Marta Torné y en el que comparte planos con sus amigas, las también estilistas Natalia Ferviú y Cristina Rodríguez. "He descubierto que se me queda un poquito de cada persona grabado", además de saber que daría muchas cosas por los demás, aparte de regalar un cambio.

El mundo de la mundo

Vestida en ropa interior, con tacones y labios rojos. De esta guisa Elena, su madre y gran referente, le daba el desayuno. Con ella, más que tener una relación madre-hijo ha tenido una relación casi de pareja: "Cuando me fui a Londres a vivir hace años se produjo entre nosotros una ruptura. Era como si fuéramos pareja".

Pero no tiene más que palabras buenas para ella: "Es muy guay y muy enrollada". "Siempre le ha interesado la moda (...) No era la típica paleta que se pinta y hala". De esta manera conocemos más a Pelayo en esta extensa entrevista para Lecturas, otra faceta del chico de Cámbiame que arrasa entre todos.