Dos semanas después de arrancar Gran Hermano, ya tenemos la primera pareja de la 17ª edición. Adara se ha hecho un 'donde dije digo, digo diego' y después de marear la perdiz con Rodrigo, le comió la boca a Pol, el luchador 'genéticamente perfecto', y se alborotó el gallinero.

El beso de la modelo al estudiante catalán en la lavandería, después de tres cobras, ha procurado los primeros vídeos de edredoning, que los acérrimos seguidores del formato pedían como agua de mayo, y consecuentemente, han convertido a los tortolitos en la comidilla dentro y fuera de la casa.

La primera en reaccionar, Bea, montó el pollo en la cocina llamando falsa a la que apenas unas horas antes era su amiga íntima. ¿Celos de la peluquera ahora que tiene la atención del tesorero madrileño? ¿Le gustaba también el macizo? ¿Envidia por el excesivo protagonismo de la morena? Sea cual sea la razón, el affaire ha provocado el distanciamiento entre ellas y el enfrentamiento en la casa, con Álvaro y Rodrigo como testigos atónitos del "levantamiento de la guapa"... En GH ya se sabe: ¡¡quién no corre, vuela!!

El hambre es mala consejera y la última semana fue un infierno para todos los habitantes. Irrita el carácter, provoca conflictos, reduce las energías y merma psicológicamente a quienes lo padecen, efectos secundarios que han sufrido durante siete días y de los que se liberaron anoche gracias a su unión para superar la prueba semanal, Embrujados, como les recordó El Súper. Con la nevera y la despensa llenas puede que los ánimos se calmen, aunque el tiempo pasa, la convivencia se resiente y los concursantes definen con qué grupo se sienten identificados.

Y en medio de los retozos de Adara y Pol, y de la visita insulsa de Iván Madrazo, una gran noticia para los fanáticos, la entrada en el Contra Club de María José Galera. La sevillana, primera expulsada en la historia del formato en nuestro país, convivirá en una estancia adjunta a la casa junto a Maite Galdeano, a la que buscan por los alrededores de Guadalix de la Sierra, y una tercera primera expulsada histórica que se anunciará en las próximas horas. El recurso de los ex grandes hermanos puede ser el revulsivo para un concurso en el que, por ahora, hay más muebles que en el Ikea.

No obstante, ninguna de estas cuestiones ha causado tanto revuelo en redes como los comentarios machistas, agresivos y antianimalistas de Álvaro. El arquitecto sevillano tiene un pie fuera del concurso, ya sea por decisión de la audiencia a través de la app o por la propia dirección del programa, que mantiene una "vigilancia intensiva" sobre el 'vikingo', tal y como advirtió Jordi González en el último Debate. Tampoco le beneficia al joven su boca chancla, ni siquiera su avergonzada madre podía defenderle desde plató, disculpándole públicamente para amainar la tormenta que se le avecina. El jueves sabremos si continúa en el programa, porque para él no habrá ni siquiera una oportunidad en el Contra Club, la sombra de la expulsión directa es alargada.

Candelas, que ha protagonizado algún que otro desencuentro debido a su fuerte carácter; Miguel, el del peluquín con mechas y el maquillaje semipermanente; Meritxell, una de las más apoyadas en redes; y Pablo, el friki entrometido que encandila a Belén Esteban, son los concursantes en el filo de la navaja. Uno de ellos se convertirá en el primer expulsado del jueves y en uno de los habitantes del Contra Club, que abrirá sus puertas en menos de 48 horas, las mismas que restan para la tercera gala semanal de Jorge Javier Vázquez.