La escalada de tensión que llevó a la dimisión de Pedro Sánchez e hizo más que patente la palpable crisis que vive el PSOE nutrió de contenido la parrilla de buena parte de las cadenas de televisión del país. La cobertura de este episodio histórico en la trayectoria de este partido socialdemócrata comenzó, como pronto, en la víspera del Comité Federal del sábado. Conexiones en directo, resúmenes informativos y por supuesto tertulias políticas coparon la programación.

Fue precisamente en una de estas tertulias en la que se vivió un momento de alto voltaje. Sorprende que no fuera en un programa con tendencia a irse hacia derroteros polémicos, sino en uno al que generalmente se le atribuye una mayor sobriedad y serenidad: el debate del pasado viernes de ´La noche en 24 horas´ del Canal 24 horas de RTVE, moderado por Víctor Arribas.

Entre los participantes, los dos protagonistas del toma y daca: el socialista Josep Borrell -que aún desconocía que al día siguiente pasaría más de 12 horas encerrado en Ferraz- y el periodista Graciano Palomo.

Palomo se encontraba defendiendo una postura crítica con el liderazgo de Pedro Sánchez y le atribuía la responsabilidad de lo que según él era una estrepitosa caída en los resultados del PSOE en los últimos comicios.

Josep Borrell mostró su disconformidad con esta afirmación y leyó los datos de manera distinta para concluir que las cifras de Sánchez podían ser consideradas muy semejantes a las obtenidas en legislaturas anteriores por José Luis Rodríguez Zapatero e incluso superiores a las de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Graciano Palomo tiró de sarcasmo: "Ha sido una victoria rutilante, entonces". Y preguntó al exministro a ver si estaba satisfecho con los resultados.

"Yo no he dicho que esté satisfecho. No me atribuya cosas que no he dicho. Usted ha afirmado que desde que está Pedro Sánchez no hacemos más que perder porcentaje de voto. Yo le doy datos y estos rebaten lo que usted dice. Los datos son los datos. Entre el 21,2% y el 23,1% no se puede decir que haya habido una caída del porcentaje de voto", argumentó Borrell, sentenciando así la discusión.