Alberto Chicote se trasladó en la última ´Pesadilla en la cocina´ a la capital madrileña para visitar el restaurante ´María la portuguesa´, especializado en comida lusa.

Lejos de deleitarse con las maravillas culinarias del país vecino, lo que estuvo a punto de hacer fue vomitar en más de una ocasión debido al hedor que desprendía un producto en mal estado que el chef se encontró en la cocina del local.

Unas sardinas fueron las que estuvieron cerca de colmar el -inmenso- vaso del aguante de Chicote, que tras cinco temporadas de desvaríos y negligencias sanitarias en restaurantes repartidos por toda la geografía española, se topa jueves tras jueves con que algunos aún encuentran la forma de hacerle llegar al límite.

Estos arenques casi tumban al orondo presentador, que tuvo que largarse de la escena del crimen higiénico para evitar un desastre mayor. Menos mal que Chicote asistía vigilante a todo cuanto sucedía en el local, porque podía haber sido peor. Cuando el cocinero se disponía a echar el pescado al plato, el chef le preguntó "¿En serio vas a echarle eso?". Cogió la fiambrera, olió el contenido y.. Chicote comenzó a convulsionar. "Huele a mierda", es lo único que acertó a expresar.

Tras unos cuantos amagos, Chicote salió a tomar el aire. "Me están dando arcadas", transmitió a duras penas. "Esas sardinas estaban para llevarse a alguien directo al hospital", contó después en un aparte a solas con la cámara.