"Ha sido un concurso difícil. De entrada, no es lo que estoy intentando hacer en televisión, que no quiere decir que no lo admire. Me encontré con gente con la que no hubo puntos en común. No estaba cómodo". Así resumió Alonso Caparrós, tercer expulsado de ‘Gran Hermano’. Arropado por su mujer, sus padres y su hermano, el presentador se mostró honesto al confesar que no es un formato para su personalidad, más bien solitaria y eso se evidenció porque él solo se aisló, se cuestionó, dudó y pidió reiteradamente su salida. Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe y así sucedió. Con un 53% de los votos, los usuarios de la app le liberaron del sufrimiento. Su entrevista con Jordi González no fue ni larga ni profunda porque pronto llegó Kiko Matamoros al rescate del catalán, que tenía más de dónde tirar y sus vídeos eran más divertidos que el runrún cansino y constante del que hizo gala el conductor de 46 años.

La noche fue larga en la sala de expulsión. Alejandro y Aly, cada uno con su particular y dispar estilo, seguirán tocando las narices a la archienemiga. Irma, la buena, la que nunca se moja y quiere caer bien a todos, no paraba de hablar y de animar a Caparrós, dispuesto a tirar la toalla sin esperar el dictamen de la audiencia. Vieron cada uno lo que cada cual había dicho del otro y se pidieron perdón. Ya se sabe que lo que pasa en Guadalix se queda en Guadalix, sobre todo entre colegas.

Aída, una pesadilla por descubrir

Empezó mal, muy mal, provocando la ira y sacando lo peor de casi todos los habitantes, pero algo sucedió a mitad de la semana que hizo que Aída Nízar diera un vuelco y mostrara esa mujer frágil que esconde debajo de una coraza de enorme egocentrismo. La concursante de ‘GH 5’ tuvo roces con todos, sobre todo, con Elettra y Aly, las dos extranjeras que menos conocían al personaje.

Kiko Matamoros, el sargento de la prueba semana, intentó mediar, pero fue imposible. "Dios mío, así me hiciste tan diferente de darme la oportunidad de disfrutar de mi vida", decía la ‘elegida por Dios’. Pero no la aguantan ni dentro ni fuera, vaticinamos que será la cuarta salida del reality celebritero. La italiana, tras un toque en el confesionario, reculó, le dio una oportunidad y aseguró haberle cogido el tranquillo para poder convivir con ella sin perder los nervios. Para Eckmann, Aída es una prueba en sí misma y a la cantante se le acaba la paciencia porque no sabe cómo llevarla sin desesperar en el camino. Tampoco Alejandro Abad y Daniela Blume pueden con la elegida de Dios. "Ella saca lo peor de cada persona", decía la colaboradora.

Aless Guibaja y Emma Ozores, la sorpresa de la pista americana

El equipo rojo se adelantó con Marco e Ivonne, que le ganaron la partida a la americana y a Aída en el primer duelo. Sorprendente Emma, que para vencer a Soriano llegó a agarrarla un poquito. Cualquiera diría que la más mayor del grupo lograra recomponerse del culazo en el muro y terminar tocando la campana la primera. Flipante fue el alardeo físico de Aless Guibaja, que hizo el circuito más rápido que el ‘cachas italiano’. Volvió a coger ventaja el equipo rojo gracias al tronista de Valladolid. Solo los bermellones podían nominar esta semana y así ejercieron, después de despedir a Matamoros, que le dejó el silbato a Aída. El resultado de las nominaciones coloca a la nueva sargenta a las puertas de la expulsión, y a ella le acompañarán los veteranos Alejandro Abad, Daniela e Irma.