Después de vivir varias semanas en la ‘casita del árbol’ tras su expulsión del programa y convivir con tres fantasmas, el del pasado, Oriana, el del presente, Lucía Pariente, y el del futuro, María Lapiedra, Kiko aparecía en el plató de ‘Supervivientes 2017’, con cierto aire de decepción pero contento por estar ya en casa y con ganas de abrazar a sus familiares y amigos.

El ‘reality’ le tenía preparadas dos sorpresas antes de verse las caras con el maestro de ceremonias, Jorge Javier.

Kiko recibió primero la visita de su perrito Pepón y después la de su novia Gloria Camila, hija de Ortega Cano y Rocío Jurado. “¡Qué guapa estás, no te reconozco!”, le espetó el superviviente a su prometida tras un mes sin verse.

Ya en el plató, Kiko la lió en menos de un minuto. Según llegó le confesó a Jorge Javier que sabía todo lo que se había dicho de él y de su novia fuera porque Lucía Pariente, madre de Alba Carrillo se lo había contado cuando nadie les veía ni escuchaba en la isla. Ante semejantes declaraciones, el presentador se dio prisa por zanjar el tema y emplazarle para el especial que Telecinco emitirá para cerrar ‘Supervivientes 2017’ el próximo jueves 27 de julio.