Sí, todo el mundo habla de la escena final del último capítulo de Juego de tronos y las implicaciones que la misma tendrá para el futuro de Poniente. Pero antes de que pasara lo que finalmente pasó con ese personaje de marras, nuestros atónitos ojos fueron testigos de una también impactante y también secuencia protagonizada por Ramsay Bolton. Un pasaje que ha coronado al bastardo del Señor de Fuerte Terror como el digno sucesor del rey Jofrey a la hora de ostentar el título de personaje más odiado de Juego de tronos.

Y lo cierto es que la escena en cuestión fue sorprendente, pero no del todo inesperada si atendemos al ya nutrido currículum de fechorías del bueno de Ramsay, el mejor amigo de los perros... y un auténtico peligro para cualquier bípedo que ande demasiado cerca.

A saber, tras un primer contacto, a Ramsay le conocimos en la intimidad de su mazmorra mientras convertía al orgulloso Lord Theon Greyjoy en Hediondo. Y sinceramente, en aquel momento no llorábamos por mucho él ni por las partes de su cuerpo de las que se iba despidiendo.

Y después de dar probadas muestras de su sociopatía galopante, el 'serial killer' de la mirada heladora al que da vida un excepcional Iwan Rheon, el hombre que caza a sus amantes cuando se cansa de ellas, el hombre que desuella como pasatiempo, el hombre que forzó a su mujer virgen en su noche de bodas ha subido un peldaño (o tres o cuatro) en su imparable escalada hacia la maldad absoluta... y también en el propio Juego de tronos.

(Atención: Esta noticia contiene spoilers)

El ¡Ha sido niño! que escuchó Roose Bolton en el último capítulo de la serie de nuestros amores -y resurrecciones- pocas veces tuvo unas consecuencias funestas tan inmediatas. En lugar de fumarse un puro y tomar una buena copa de vino brindando por su nuevo hermano, Ramsay responde a la frase de su padre "Tú siempre serás mi primogénito", dándole una puñalada mortal. Literalmente.

Después, tras ver como la vida del hombre que le dio un apellido se apaga a sus pies, hace llamar a su madrastra, la oronda Walda, y a su hermano recién nacido para echárselos de comer vivos a los perros. Sí, otra vez literalmente. Así es él. Un monstruo sádico, un perro rabioso que no conoce ni el remordimiento ni la lealtad por nada ni por nadie. Es decir, un contendiente ideal en este juego en el que comes... o te comen.

Más o menos esto ha venido a decir Michael McElhatton, el actor que daba vida al implacable Roose Bolton, que entiende las razones que han llevado a su bastardo a morder la mano que le daba de comer. "Si hubiera sido una niña, yo todavía estaría con vida porque su posición no se vería amenazada. Pero en el momento en que sabemos que Walda ha dado a luz a un niño, para mí, Ramsay ya no es necesario. Él lo sabe y dispara más rápido que yo", señala el finado Guardián del Norte con caballerosa sinceridad en declaraciones a TV Line.

Él cebó al monstruo hasta convertirlo en el gran peligro que es ahora. Sabe de lo que habla y también sabe que la sed de sangre y poder de Ramsay es insaciable. Además, y el aviso es todavía un poco aventurado, pero no sería la primera vez que un psicópata gobierna los Siete Reinos...