La Casa de la Cultura de El Campello abrió sus puertas por primera vez en 1993 y desde entonces apenas se habían reformado sus instalaciones, salvo en casos muy puntuales. Un espacio dedicado al teatro, danza, música, talleres, espectáculos de humor y circo, exposiciones de todo tipo, conciertos, conferencias, representando un punto de encuentro para la población campellera no podía abandonarse a su suerte, por ello, de forma urgente, comenzó hace dos años un proceso de reforma y acondicionado de gran envergadura, con el objetivo de poder ofrecer a todos los usuarios de la Casa de la Cultura un espacio en el que disfrutar del arte en todas sus áreas.

Ha sido un trabajo pausado pero constante que ha afectado a prácticamente todas las dependencias, como el escenario del auditorio , los camerinos, la zona administrativa, el vestíbulo, la conserjería, el aire acondicionado o la renovación global de los equipos de iluminación y sonido, y hasta la impermeabilización de la cubierta del auditorio. Además, se ha aprovechado el cambio de imagen para crear un nuevo logotipo e imagen corporativa, diseñada por Héctor Delgado, de la empresa Utopicum. «Se trata de tres letras C entrelazadas, que identifican las iniciales de Casa de Cultura de El Campello. Es una composición clara y sencilla sobre un fondo cálido color arena que transmite proximidad, versatilidad y prestancia», explica Dorian Gomis, concejala de Cultura del municipio, quien comenta que «todo ello ha sido posible, justo es reconocerlo, con fondos del propio Ayuntamiento y aportaciones de la Conselleria de Cultura, así como de la Diputación Provincial, que también ha colaborado».

El escenario del auditorio ha sido uno de los espacios remodelados. / Rafa Arjones

La llegada de la pandemia

Con el Estado de Alarma, el confinamiento y el consiguiente cierre de todas las instalaciones culturales «fue un auténtico mazazo para el sector, pero decidimos hacer virtud de la situación y nos pusimos manos a la obra para la remodelación global prevista», destaca la edil. La evolución de la pandemia supuso «un quebradero de cabeza para todos. Casi día a día cambiaban las normas, pero todo se ha superado. La gente ha sido muy consciente de la situación y ha mostrado su comprensión», confiesa Gomis. Cierto es que la pandemia no se lo ha puesto nada fácil a la cultura, y en concreto a las pequeñas compañías teatrales y colectivos culturales, a quienes apoyan firmemente desde la concejalía de Cultura programando de forma incesante todo tipo de actos. «La cultura necesita apoyo, y las administraciones públicas debemos dar respuesta», resalta la edil.

Con todo listo, la Casa de la Cultura goza de buena salud. Sus instalaciones, preparadas e idóneas para albergar todo tipo de espectáculos, han activado la maquinaria y se encuentran a pleno rendimiento. «Puedo decir abiertamente que hemos alcanzado ya la velocidad de crucero en cuanto a programación se refiere. No tenemos un fin de semana libre, y entre semana se suceden los actos que van surgiendo por el camino. Hay espacio para todos. La diversidad, la calidad y la cantidad nos identifican, y recibimos felicitaciones constantemente en esa línea», destaca Gomis.