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Dos años de cárcel a un monitor por abusar de una vecina de 9 años en l’Alacantí

Los tocamientos y besos se prolongaron durante seis años y fueron descubiertos por la Policía tras detenerlo por pornografía infantil

Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Alicante, donde fue juzgado el acusado el pasado diciembre. | JOSE NAVARRO

Un monitor de ocio de 31 años de l’Alacantí ha sido condenado a dos años de cárcel por la Audiencia Provincial de Alicante por haber abusado sexualmente de una vecina de su urbanización desde que tenía 9 años hasta los 15, cuando fue descubierto tras una operación policial contra la tenencia y distribución de pornografía infantil, según una sentencia dictada por la Sección Segunda.

La Audiencia le considera autor de un delito de abuso sexual continuado y le rebaja la pena prevista para este delito al aplicarle las atenuantes de confesión tardía y «reparación simbólica del daño». La víctima renunció a ejercer acciones y el día del juicio, celebrado el pasado 15 de diciembre en la Audiencia, expresó su disposición a aceptar la solicitud de perdón del procesado, que reconoció los abusos cometidos.

El acusado, que según la sentencia ha trabajado como monitor de talleres didácticos y animador infantil en un museo y en un colegio de Alicante durante varios meses en 2018 y 2017, no podrá ejercer durante seis años cualquier «profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad».

Asimismo, no podrá acercarse a la víctima a menos de 200 metros ni comunicarse con ella por ningún medio durante cinco años, según se indica en el fallo, que además impone una medida de libertad vigilada durante cinco años.

Los hechos declarados probados en la sentencia fueron denunciados a finales de 2019 pero los abusos sexuales comenzaron en 2010. Cuando el acusado tenía 20 años, entabló amistad con una niña de 9 años de su urbanización en l’Alacantí y empezó a hacerle pequeños regalos escolares, al tiempo que mantenían largas conversaciones y tenían encuentros tanto en la habitación del acusado como en la de la menor. Además, le preparaba fiestas y juegos y en esa situación, con la intención de satisfacer sus instintos sexuales y valiéndose de esa amistad, el acusado aprovechó los momentos en que se quedaba a solas con la niña para realizarle tocamientos y besarla en la cara y otras partes del cuerpo, según se recoge en la sentencia.

Estos abusos sexuales se prolongaron hasta 2016, cuando la menor tenía 15 años. En esa época ella estalló agobiada al tomar conciencia de lo que ocurría y se lo contó a alguna amiga y a sus padres, pero en ese momento no se presentó denuncia alguna.

Sin embargo, cuando la joven ya tenía los 18 años denunció los abusos ante la Policía, en noviembre de 2019, y ratificó la acusación en sede judicial, aunque renunció a ejercer acciones contra el acusado y aceptó su petición de perdón.

La sentencia recoge que el acusado estaba siendo investigado por pornografía y corrupción de menores en unas diligencias abiertas en un juzgado de Orense y cuando le detuvo la Policía halló en su ordenador material pornográfico infantil, entre el que había imágenes de su vecina desnuda, captadas desde 2009 hasta 2016.

Sin alteración psíquica que le exima de responsabilidad

La Audiencia considera que el acusado tenía conocimiento de lo que hacía y de la ilicitud de sus actos, a pesar de que la defensa del monitor pidió su absolución al concurrir la eximente completa de anomalía o alteración psíquica, ya que fue tratado de un trastorno adaptativo y de síntomas depresivos. El tribunal no aprecia este déficit ni alteración psíquica que le exima de la responsabilidad criminal.

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