Visitar Xixona en esta época tiene premio. En las semanas que van desde principios de enero a mediados de febrero es cuando florecen los miles de almendros que hay por todo el término municipal de Xixona, dejando paisajes con un colorido espectacular. Es el inicio del ciclo natural del turrón, cuando todo el proceso se vuelve a poner en marcha.

Si habitualmente caminar por los senderos de Xixona ya es toda una experiencia sensorial, ahora todavía más. De hecho, el Ayuntamiento ha creado la “Senda de los almendros en flor”, que es un trazado que recorre los campos situados en las faldas de la Carrasqueta y permite a los visitantes disfrutar de esta explosión de color.

Los meses de invierno tienen un encanto especial en Xixona.

Coincide con el sendero PR-CV 270, que comienza junto al parque del Barranc de Font, donde se puede dejar el coche, y pasa por el castillo, que recientemente ha sido rehabilitado para devolverlo al estado en el que se encontraba originariamente.

Quien quiera saber más sobre esta fortaleza medieval, podrá hacerlo in situ a través de una nueva app que ha desarrollado a Concejalía de Turismo para que los usuarios se descarguen toda la información de los puntos de interés que encontrarán durante el trazado, a través de los códigos QR.

La senda de los almendros en flor, a medida que se va ganando altitud, ofrece unas vistas espectaculares de la comarca de l’Alacantí, que alcanzan hasta el sur de la provincia y Murcia en el punto más alto del trazado, el hotel Pou de la Neu, que se reabrió el año pasado y está situado en un lugar privilegiado, en el Alto de la Carrasqueta. Se llama así porque allí hay un pozo de nieve, una construcción que antiguamente se utilizaba para almacenar la nieve y convertirla en bloques de hielo.

Los senderos de Xixona ofrecen una experiencia sensorial.

Este es uno de los recorridos que se proponen dentro de la Ruta del Turrón de Jijona, una de las iniciativas turísticas que el Ayuntamiento va a poner en marcha en este 2022 para favorecer una experiencia todavía más completa en Xixona para todas las personas que las visiten.

La senda de los almendros en flor se puede complementar con una visita al Museo del Turrón o a una fábrica, para ver cómo es el proceso de elaboración, que no deja indiferente a nadie. Y es que siempre supone una sorpresa positiva entre los visitantes comprobar que sigue siendo todo muy artesanal y natural.

Es el inicio del ciclo natural del turrón.

Los meses de invierno tienen un encanto especial en Xixona. Además del olor a leña tan característico que se percibe al pasear por el campo o por el núcleo antiguo, hay que tener en cuenta que en febrero tienen lugar varias fiestas populares. A falta de saber si este año se podrán celebrar por la situación de la pandemia, las próximas semanas están reservadas para las fiestas de la Candelaria, Carnaval o los Mig Any de las dos fiestas de moros y cristianos del pueblo.