El covid paró el deporte de competición e interrumpió durante meses la mayoría de ligas. En la dura reanudación sin público en las gradas, los jugadores se esfuerzan por dar lo mejor de sí mismos como ejemplo de comportamiento para la sociedad.

«Es un año agridulce. Siempre tuve el sueño de ascender con el Elche a Primera División, he estado toda la vida esperando ese momento y me quité la espina pero me faltó el calor de la afición ilicitana de cada domingo con nosotros en el estadio ya que no pudimos compartirlo con ellos. Los que amamos al Elche o quienes, como es mi caso, nos hemos criado en la ciudad, donde llevo desde los 17 años, queremos al equipo en Primera y cuando lo logramos no podemos disfrutarlo como se debería por la pandemia». El equipo franjiverde subió tras ganar un play-off celebrado en agosto, en las circunstancias más anómalas de la historia del deporte, después de meses con la competición congelada en toda Europa a causa del covid-19. Un logro liderado por «Nino», su capitán, un futbolista con 40 años cumplidos que en la temporada más difícil vio hacerse realidad su anhelo de ascender con el Elche, reto que tenía pendiente tras lograrlo con anteriores equipos, como el Tenerife y el Osasuna.

«Me quité la espina de subir con el Elche, pero me faltó el calor de la afición»

Nino se convirtió el pasado domingo en el primer jugador que alcanza los 700 partidos en Liga entre Primera y Segunda División. Es el jugador con más partidos de la historia de la categoría de plata, con 571; máximo goleador de esta competición, con 194 tantos y de la casi centenaria historia del Elche; y uno de los veteranos del fútbol español profesional con 40 años. Es decir, leyenda viva franjiverde que confiesa que le gustaría seguir ligado al fútbol cerca del terreno de juego cuando se retire. «Este año estoy jugando menos de lo querría, pero esto es fútbol», explica sobre la temporada 20-21, que espera culminar con la salida de los puestos de descenso y la permanencia, «aunque todos sabemos la realidad, es todo muy complicado, porque en Primera hay grandes equipos y presupuestos muy importantes. Nos toca competir, trabajar y conseguir el objetivo sea como sea».

La salvación sería el colofón al año más extraño de la historia del deporte en el que el Elche ascendió a Primera en una gesta de un equipo que se sobrepuso a las circunstancias de una competición que sufrió un parón de meses, reanudada en verano con estadios vacíos y contagios. Por ello, obtiene el homenaje de INFORMACIÓN al mundo del deporte en un año marcado por la crisis sanitaria y social global. «Este reconocimiento tiene un valor muy grande para mí porque aprecia nuestro trabajo en un año tan complicado. Hemos cumplido el objetivo del ascenso, un premio para la ciudad muy importante. Se valora mucho más cuando las cosas vienen así». De la enfermedad que ha alterado los hábitos en todo el planeta no se libra ni el fútbol. «El coronavirus afecta a la vida en sí y en nuestro sector es más de lo mismo. Es todo muy raro. Vivimos de nuestra afición en los estadios pero no hay ambiente de fútbol y tenemos unos protocolos muy exigentes de cara a la pandemia, a lo que no estamos acostumbrados nadie. Por esto hay que valorar mucho más este tipo de reconocimientos, un premio para la sociedad porque la gente lo pasa mal y no es nada fácil», afirma el jugador.

Como deportista profesional anima a todos los ciudadanos a realizar actividad física para liberar estrés, evadirse y no pensar en los problemas durante un rato, «sino en salud, en cosas buenas y que no todo sea pandemia». El hecho de que muchas personas hayan optado por salir a caminar y a hacer deporte a raíz del confinamiento es uno de los aspectos positivos que destaca de la situación actual.