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Jugando con las otras olas

La matrícula de las escuelas infantiles en el mar crece un 50% en el segundo verano de la pandemia - Hay horarios agotados desde hace meses y se duplica la demanda para extender la práctica de deportes náuticos a temporada baja

Alumnos del Campello Surf Club, uno de los pioneros de la Comunidad Valenciana en deportes náuticos y que ha agotado plazas algunas semanas de este verano. | JOSE NAVARRO

En plena quinta onda epidémica de covid, hay otras olas muy buscadas en los veranos de la pandemia por niños y jóvenes, las del Mediterráneo, con un aumento del 50% en el alumnado de las escuelas infantiles en el mar, donde las plazas para practicar diversos deportes de los 5 a los 17 se agotan con meses de antelación . Estos campamentos, diseminados por la costa, de Dénia a Torrevieja, ofertan actividades como paddle surf, kayak, big sup, surf, bodyboard, wingfoil y otros deportes de ola, en función de si el mar está más o menos calmado, en un entorno al aire libre, muy buscado por las familias para sus hijos ante la amenaza del coronavirus, y de paso consiguen que desconecten de los móviles y la tecnología. Son campus de verano que incluyen también juegos en la playa, buceo tipo snorkel, y excursiones para conocer la costa siguiendo un protocolo de prevención con medidas anticovid como la entrada progresiva para que no se acumulen todos los alumnos a la misma hora, la toma de temperatura, la mascarilla obligatoria hasta iniciar la actividad dentro del mar, y la división en grupos en función de las franjas de edad con monitores.

Niños preparándose para iniciar su jornada en el mar en la escuela Aloha. Las actividades que ofrecen estos campamentos son diversas. | JOSE NAVARRO

En la provincia de Alicante hay más de treinta escuelas homologadas para aprender a navegar, según datos de la Federación de Vela, al margen de clubes deportivos y de actividades que se ofertan más propiamente en los puertos como motos de agua y parasailing. Además del auge de estos campamentos de verano en el mar desde que empezó el covid, las escuelas hablan de otra tendencia que hasta ahora no había calado en la provincia pese a que la temperatura del mar no es fría en los meses fuera del verano, y es que ha crecido en un 100% la demanda de niños y adultos que prolongan la práctica de deportes náuticos a temporada baja, de Semana Santa a verano, y a partir de septiembre y hasta Navidad, sobre todo fines de semana, gracias al neopreno. Detrás está la pandemia y el interés creciente por estar al aire libre y los entornos saludables como también sucede con el senderismo y los grupos de montaña e interior.

Cada vez más familias buscan que sus hijos pasen el verano en ambientes sanos y al aire libre por el covid y para que desconecten de los aparatos tecnológicos. | JOSE NAVARRO

La escuela Aloha, con locales en la Playa de San Juan y Muchavista, en un ambiente surfero que se mantiene todo el año con club deportivo y equipos que participan en competiciones, agotó las plazas para julio con un mes de antelación y lo mismo les ha sucedido con agosto. «Empezamos con los deportes de agua hace 15 años y han ido cogiendo auge, pero la pandemia lo ha potenciado porque la gente se ha volcado en los deportes al aire libre en el mar y en el monte. La situación sanitaria ha contribuido a darles continuidad incluso en invierno, ha dado el empujón definitivo a los deportes náuticos todo el año en un entorno natural y con las playas vacías, por lo que es mucho más cómodo», explica Pedro Simó, director y propietario del negocio, que ofrece la opción de hacerse socio, para acceder a tablas de paddle o surf sin tener que realizar demasiada inversión.

En la escuela de la Playa de San Juan tienen 150 niños de lunes a viernes, y otros 50 en el Rincón de la Zofra (El Campello). Funcionan en temporada alta y cuando empieza el colegio, a finales de septiembre, para la actividad de las escuelas infantiles y se recoge.

Jugando con las otras olas

Campello Surf Club, fundado en 2002, es el primero que nació en la Comunidad Valenciana, también con un abanico de actividades náuticas aunque, como pioneros, están especializados en surf, desde la última semana de junio hasta septiembre. Asisten 120 alumnos, que van cambiando cada semana. «Tanto este verano como el pasado la demanda de deportes al aire libre ha aumentado bastante, en un 25%, y algunas semanas las plazas estaban llenas, y se agotó la oferta», señala Jorge Sáez, gerente, con una política de un monitor cada cinco niños. «Preferimos dar prioridad a un servicio óptimo y que el alumno se sienta bien atendido», apunta, admitiendo que se ha despertado una fiebre por las actividades náuticas y en general deportivas, que complementan con excursiones a la Cova del Llop Marí y a los Baños de la Reina. También hay campus similares en playas de Torrevieja o Santa Pola, donde se ofrece además aprendizaje de idiomas, con una demanda un 50% mayor este verano.

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