Menor ocupación, menor servicio. El pleno del Ayuntamiento de Benidorm aprobará este lunes reducir al mínimo el personal destinado a labores de limpieza y socorrismo en las playas, en una medida que busca ajustar el servicio que se presta al uso real de los arenales y, a su vez, reducir costes para las arcas municipales. La propuesta, que firma el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, cumple de esta forma el compromiso que Ayuntamiento y empresa concesionaria, RA Benidorm, contrajeron hace casi un año, en diciembre de 2020, cuando ambas partes negociaron una modulación de servicios por temporadas, debido a la drástica reducción de usuarios y bañistas que se había registrado en la ciudad por la pandemia de covid-19 y los confinamientos y cierres perimetrales dictados para frenar los contagios.
Los informes técnicos que acompañan a la propuesta reconocen que «habida cuenta que durante los meses de noviembre y diciembre la afluencia de visitantes a la ciudad disminuirá considerablemente respecto a los meses anteriores» los técnicos del área de Playas plantean reducirlos servicios a un « operativo mínimo de vigilancia y asistencia sanitaria, así como de limpieza y playas accesibles». Fuentes municipales indicaron, no obstante, que a diferencia de la gran mayoría de municipios costeros, donde los servicios en las playas desaparecen con el fin de la campaña estival, Benidorm mantendrá, como cada año, operarios de vigilancia y limpieza al considerar las playas como el principal atractivo de la ciudad.
En concreto, la propuesta fija en tres socorristas, dos en silla y uno a pie, los servicios de salvamento que se prestarán en las playas de Levante y de Poniente, además de otro socorrista en la del Mal Pas, frente a los nueve de Levante, nueve de Poniente y uno del Mal Pas que se acordaron para el mes de octubre. Igualmente, se establece una reducción de una hora en el horario de trabajo de estos socorristas, que vigilarán el baño entre las 10 y las 17 horas. Además, se mantendrán dos ambulancias y dos enfermeros como asistencia sanitaria y se acuerda mantener también el servicio de playas accesibles entre las 10.30 y las 14.30 horas, aunque reduciendo de tres a dos los puntos operativos: el del Parque de Elche y el de la calle Murcia.
Por lo que respecta a la limpieza, el informe plantea que, al haber menos uso en las playas, habrá menos necesidad de operarios, de modo que el servicio se reduce de nuevo de 15 a 11 operarios: seis para Levante y cinco para Poniente y el Mal Pas, junto con dos máquinas cribadoras, una en cada playa.
Además de los servicios a prestar, los técnicos establecen también cuál será el precio que Benidorm tendrá que abonar por estos servicios, que queda fijado en algo más de 314.000 euros: 128.511,16 para el mes de noviembre y 131.209,02 para el de diciembre, más IVA. El Ayuntamiento se reserva también la potestad de incrementar o reducir aún más todos estos servicios en el caso de que en ambos meses se produjeran cambios sustanciales debido a la evolución de la pandemia. Y, además, emplaza a la mercantil concesionaria a revisar de nuevo las condiciones en el mes de diciembre, cuando se fijarán los servicios a prestar a partir de enero.
Las hamacas, sin variación
La propuesta que se aprobará este lunes en pleno prevé que haya un único servicio que se mantenga, por ahora, sin variaciones: el alquiler de hamacas y sombrillas. Los técnicos recuerdan en su informe que el pasado junio ya se acordó una reducción del número máximo de unidades que podían colocar, pasando de las 6.415 que contempla el contrato a 3.500, calculadas con un valor de 1,099 euros por hamaca y día, independientemente de las que realmente acaben colocando.
